Fernández Gil glosa con lirismo y emotividad las Glorias de María
● El exaltador cantó efusivamente a las vírgenes de Pasión y de Gloria que presiden templos y cofradías de Almería ● Un a excelente puesta en escena por parte del exaltador mariano
Bastante más lento de lo que nos gustaría a todos, la normalidad va volviendo a nuestra vidas tras el año que pesadilla que hemos dejado atrás. Los actos sociales, prácticamente desparecidos en este tiempo, regresan a la vida de Almería. El pasado sábado se celebró el primero de los organizado por la Agrupación de Cofradías, concretamente la Exaltación de la Glorias de María, a cargo de Manuel Fernández Gil.
Manuel Fernández Gil
Exaltador de las Glorias
María, haz posible que mi torpe palabra sepa expresar sentimientos filiales hacia Ti”
Ella siempre está con nosotros, desde que se alumbra nuestra vida hasta que se apaga la misma”
Estuvieron presentes el superior de los dominicos, José Barrado, el consiliario de la Agrupación, José María Sánchez, la delegada de Cultura, Eloísa Carmona, la concejala Ana Labella, la presidenta de la Asociación de Vecinos Casco Histórico, Magdalena Cantero así como representantes de distintas Cofradías, entre otros. El acto se desarrolló en el santuario de la Virgen del Mar, patrona de Almería. Actuó como mantenedora la secretaria de la Agrupación de Cofradías, Marina Contreras, quien fue dando los turnos de palabra.
El primero en subir al atril fue el presidente de la entidad, Isaac Vilches, quien presentó al exaltador, Manuel Fernández Gil. Destacó de él su “vocabulario rico, exclusivo y amable” y que “sabe expresarse con las palabras precisas y exactas”. Citó un fragmento del Pegón que Fernández Gil pronunció en el centenario de su Cofradía, Angustias.
Y sin más preámbulos ganó al atril el exaltador, todo un veterano de la Semana Santa, capataz que fue de varios pasos y experimentado pregonero destacando entre todos el pronunicado hace dos décadas de la Semana Santa de Almería. Con una magistral puesta en escena, alternando cadencias con elevaciones de voz y una gesticulación apropiada para cada momento, Fernández Gil comenzó con un recuerdo a los fallecidos durante el año de pandemia para pasar inmediatamente a centrarse en María y los querubines que suelen acompañarla a sus pies en los cuadros de la Inmaculada.
Realizó posteriormente un recorrido por los templos de Almería y las Vírgenes que presiden sus altares y recurrió a oraciones como ‘bendita sea tu pureza’ o ‘venid y vamos todos’. Luego realizó una invocación a la Virgen del Mar “desde un lugar desde el que no suelo hablarte” y la exhortó como “bella entre los nardos que te rodean, guardiana de mis secretos, dame tu amparo y concédeme que mis palabras expresen mis sentimientos hacia Ti, altavoz de mi corazón. Eres verdad, vida y amor ”.
“Eres estrella de la noche, aurora de la mañana, en una lágrima tuya el Cielo se reflejó, paño que empapa nuestras lágrimas, sólo con citar tu nombre el alma se serena. Eres niña, mocita, mujer, Madre de Dios y Madre nuestra, bendita tú eres entre las mujeres, siempre estás con nosotros desde que se alumbra nuestra vida hasta que se apaga”.