El Dr. Carbonell ilustró sobre las enfermerías en el Pregón de ATA
● El cirujano de las plazas de toros de la Comunidad Valenciana narró anécdotas y vivencias propias con proyecciones y fotos
El IX Pregón de Cirugía Taurina ‘Dr. Diego Morata’, que organiza en los prolegómenos de la Feria Amigos Tarinos de Almería regresó a su tradicional escenario, el Salón Mojácar del Hotel Almería, y contó con un pregonero de lujo: el Dr. Fernando Carbonell, cirujano de las plazas de toros de la Comunidad Valenciana quien fue presentado por el anterior pregonero, el Dr. Antonio Mª Mateo, su homónimo en la plaza de Valladolid recientemente jubilado. La mantenedora del acto fue, como siempre, Rocío Berenguel quien derrochó su habitual simpatía y soltura ante el micrófono.
Tras la cariñosa y entrañable presentación del ponente a cargo de su ‘colega’ vallisoletano quien destacó la saga familiar de cirujanos taurinos del Dr. Carbonell y los inquebrantables vínculos que unen a ambos como miembros de la Asociación de Cirujanos Taurinos de España, subió al estrado el pregonero de este 2022, Dr. Honoris Causa de la Universidad de Chile, entre otras muchas distinciones, el Dr. Fernando Carbonell Tatay.
Reconoció que era su segundo Pregón; el primero lo había pronunciado en Utiel, el pueblo de su padre. Manifestó que se disponía narrar anécdotas y vivencias propias acontecidas en el desempeñó de su labor profesional en las enfermerías de las plazas de toros valencianas, lo que ilustró con fotos personales y proyecciones para amenizar su disertación. “Son casi las 2 de la tarde así que ya me disculparán si hoy comemos todos un poco tarde”, advirtió con buen humor.
Comenzó comparando las plazas de toros de Valencia y Almería, bastante parecidas arquitectónicamente y recordando a dos toreros almerienses que lidiaron en el coso valenciano: Relampaguito y Enrique Vera. “Ya me advitió
Fernando Carbonell
Cirujano Plazas de Valencia A muchos toreros no les gusta ver al médico antes de actuar por simple superstición”
el Dr. Morata que en estas fotos nada de sangre ni heridas. A los toreros no les gusta ver al médico anges de actuar por cuestión de superstición; y a esta hora tampoco os gustartá ver sangre”.
Sigue siempre los consejos que le dio su antecesor, el Dr. Aragón: “No faltes nunca a tertulias e invitaciones de peñas; conoce y saluda a los trabajadores de la plaza; sigue la evolución de los toreros heridos y visítalos”. Recordó con imágenes como es la enfermería de las plazas de toros y narró varias anécdotas finales derrochando simpatía y gracejo. Dos orejas y rab o para el Dr. Carbonell.