Bennett impone su fuerza
● El liderato cambia de manos, no de equipo, y pasa de Gesink a Teunissen
El irlandés Sam Bennett (Bora Hansgrohe) se mostró poderoso en un confuso y accidentadoesprint y se adjudicó la segunda etapa de la Vuelta a España disputada entre Hertogenbosch y Utrecht, en la que el maillot rojo se mantuvo en tierras holandesas y en el Jumbo Visma, ya que Robert Gesink le cedió la prenda a su compañero Mike Teunissen.
Fue una llegada caótica, sin control, en la que se cayó Alejandro Valverde a 700 metros de meta. El accidente no fue de gravedad para el murciano, que lamentaba su suerte al verse atrapado por el “hostión”. Mientras unos se miraban las heridas, el irlandés Bennett (Wervik, 31 años) alzó los brazos como vencedor. El velocista del Bora se filtró en cabeza y en una llegada apretada impuso su poderío, por delante del danés Mads Pedersen (Trek) y del belga Tim Merlier (Alpecin Deceuninck). La cuarta plaza fue para el nuevo líder, el local Teunissen, un corredor que fue líder en el Tour 2019 tras ganar la primera etapa en Bruselas.
La Vuelta pedalea en tierra de ciclismo, con salida luminosa en Hertogenbosch (Bosque Ducal), capital del Brabante septentrional, ciudad turística medieval cuna del genio de la pintura f lamenca conocido como El Bosco. Enseguida quedó dibujada la primera fuga de la presente edición con el local Van den Berg (EF Education), Jetse Bol (Burgos-BH), Pau Miquel (Kern Pharma), quien se regalaba una escapada en el día de su 22 cumpleaños, Xabier Azparren (Euskaltel-Euskadi) y Thibault Guernalec (Arkea), ninguno peligroso para hacer peligrar la roja de Robert Gesink.
Aventura permitida que llegó a tener una ventaja de seis minutos, pero la aparición del viento y la reacción del pelotón sentenció la fuga a 58 kilómetros de meta. Trabajó el Alpecin Deceuninck para fulminar la escapada y esa labor le sirvió al Jumbo para tener una liebre muy aprovechable, con el liderato de Gesink a buen recaudo y el jefe Primoz Roglic en butaca. La idea del Alpecin era propiciar la llegada masiva para que rematara Merlier, pero idéntico objetivo tenían equipos como Trek con Pedersen o el UAE con Ackerman.
Hubo un rebelde más. Otro soñador dispuesto a alterar el orden. No podía ser otro que Luis Ángel Maté (Euskaltel Euskadi), el rey de las escapadas, quien arrancó en solitario en busca de lo imposible. No consiguió más que rentabilidad publicitaria para su equipo. El corredor de 38 años, en su undécima participación, ha prometido plantar un árbol por kilómetro escapado en la Vuelta para repoblar Sierra Bermeja, en su día arrasada por los incendios. Unos 25 árboles más suma ya el monte.
El decorado cambió a medida que se acercaba la meta situada en la Ciudad Universitaria de Utrecht. Ya se rodaba a 50 kilómetros por hora y los equipos andaban buscando su estrategia para lanzar a su candidato al sprint. El UAE mandó a Marc Soler en avanzadilla para colocar a Ackerman, momento en que se instaló el descontrol, ya dentro de la zona de seguridad de los tres kilómetros antes de meta.
Hubo nervios, dudas y maniobras que terminaron en accidente. Unos al suelo, entre ellos el Bala,otros
a por la victoria. Bennett pescó en río revuelto y amplió su palmarés, que ya incluye cuatro etapas en la Vuelta, tres en el Giro y dos en el Tour de Francia.