El Congreso aprueba esta semana definitivamente la ley del sólo sí es sí
● La nueva norma hace del consentimiento la clave para juzgar el delito y no distinguirá entre abuso y agresión sexual ● La violación de ‘la Manada’ fue el origen de la polémica legislación
El Pleno del Congreso dará este jueves de forma definitiva luz verde a la ley del sólo sí es sí, después de que el pasado mes de julio el Senado incluyera una enmienda que modificó una letra del texto y retrasó así la aprobación final de esta norma, que eliminará la distinción entre abuso y agresión sexual.
Fue el 19 de julio cuando el Senado aprobó por sorpresa la enmienda de JxCat al recibir el apoyo del PP, que se opone a la ley, cuando se esperaba que no volviera a la Cámara baja y entrara ya en vigor. De hecho, la ministra de Igualdad, Irene Montero, intervino en el Pleno antes de saber el desenlace de la jornada.
La ley de garantía integral de la libertad sexual modifica el Código Penal para suprimir la distinción entre abuso y agresión sexual y hace del consentimiento expreso la clave para juzgar delitos sexuales.
Su tramitación ha sido larga y no ha estado exenta de polémica. En su paso por el Congreso estuvo a punto de decaer después de que el PSOE planteara una enmienda para castigar a todo el que se lucre por cualquier vía de la prostitución ajena, sin la necesidad de que exista una relación de explotación.
Ante la falta de apoyo de sus socios tradicionales, el grupo socialista optó finalmente por retirar la enmienda y presentar en solitario una nueva proposición de ley en la que apuesta por caminar hacia la abolición de la prostitución.
De esta forma, quedaron fuera los artículos más polémicos sobre la prostitución, pero se incorporaron enmiendas para considerar ilícita la publicidad que contribuya a promover esta práctica y reconocer el derecho a la residencia y al trabajo a las víctimas que se encuentren en situación irregular, en el marco de las autorizaciones excepcionales recogidas en la ley de extranjería.
Más allá del debate sobre la prostitución, el origen de la ley del sólo sí es sí se sitúa en las protestas contra la sentencia del conocido como caso de la Manada, que consideró abuso sexual la violación grupal de una joven en los Sanfermines de 2016 y desató una ola de manifestaciones feministas. Tres años después el Supremo dictaminó que se trató de una violación y elevó las penas a los cinco agresores de nueve a quince años de prisión.
La nueva ley elimina el delito de abuso sexual y todo acto sexual no consentido será agresión; el consentimiento expreso pasará a ser la pieza clave para juzgar los delitos sexuales sin necesidad de que la víctima deba acreditar que ha sufrido violencia o que se ha resistido.