Inversiones necesarias y urgentes
LA comunicación por carretera entre las provincias de Sevilla y Cádiz está al borde del colapso. Tras decenios reclamando la eliminación de un peaje que se extendió desde 1971 a 2019, periodo en el que las administraciones prometieron completar la autovía A-4, con la desaparición del pago para utilizar la autopista los problemas de tránsito se han agravado. Las retenciones y el tráfico lento son recurrentes en la antigua vía de peaje, lo que ha supuesto que el tiempo de viaje aumente en un 50% de media en su trayecto completo. La seguridad también se ha visto afectada, con un incremento visible de los accidentes por alcance entre vehículos. Mientras la única vía de alta capacidad se ha colapsado por el incremento en el número de usuarios y del tráfico pesado, los 60 kilómetros que quedan sin hacerse de la autovía entre Madrid y Cádiz siguen sin desdoblarse entre Los Palacios y Jerez. La situación actual empieza a afectar a la competitividad de ambas provincias y, por tanto, a su capacidad de captar inversiones. Y eso afecta al primer puerto de España, el de Algeciras, y al principal polo industrial andaluz, el del Campo de Gibraltar. Es por ello que organizaciones empresariales, las confederaciones provinciales de ambos territorios y las cámaras de Comercio afectadas, con el apoyo además de la federación andaluza, se han unido para reclamar la ejecución de obras que ayuden a eliminar los cuellos de botella, que están identificados. Piden que la Administración priorice y actúe de forma urgente, aunque sea por fases. Y han reclamado que se actúe tanto en la AP-4, para crear un tercer carril en los tramos que sea necesario y para que la duplicación de la N-IV concluya definitivamente. Se trata de inversiones necesarias y urgentes. Y añadimos que también justas: hace más de 30 años que la A-4 llegó a Sevilla capital y desde entonces sólo se han duplicado los tramos metropolitanos de la Bahía de Cádiz, hasta el aeropuerto de Jerez, y recientemente entre Dos Hermanas y Los Palacios.
La comunicación terrestre por carretera entre Sevilla y Cádiz está colapsada y la situación se ha visto agravada desde el fin del peaje que se extendió casi 50 años