Qué ricos los mantecados

Nunca grites tu felicidad tan alta. La envidia tiene el sueño muy liviano. Siempre me ocurre lo mismo. Pasado el día 12 de octubre, Mercadona pone los mantecados a la venta y a partir de esa fecha, cada día caen unos cuantos y claro el cuerpo ya no es lo que era. Yo ya estoy empezando a engordar antes de que llegue la Navidad. Que luego todo son prisas. Llevo toda la vida intentando averiguar, quienes son; Perico de los palotes, Rita la cantaora, Fulanito y Menganito. Y es que, la peor parte de parecer fuerte, es que nadie se preocupa de cómo realmente eres. Que sí, que estamos rodeados de estereotipos y casi todos en el fondo sabemos cómo somos, menos los estúpidos claro está. Las personas gordas saben que son gordas. Las personas altas saben que son altas. Por qué las estúpidas no? Y es que, habría que decírselo a mucha gente, Gobierno, Oposición, Iglesia, Prensa, etc. etc. más Humanidad y menos Estereotipos. Pues la peor parte de parecer fuerte, es que nadie se ocupa de saber cómo eres realmente. Ahora entiendo por qué la gente se aburre con esto del Facebook. Das una vuelta y lees que es demasiado el cierre de los bares en Granada. Pero poca gente dice la vergüenza que produce un gobierno y un presidente que cada día dice una cosa, al final habrá que condecorar a estos fulanos. Yo respeto a todo el mundo, vegetarianos, veganos, agnósticos, ateos, musulmanes, pero también quiero que respeten las cuatro lagrimas que se me caen al recordar, cada vez que el camarero me traía un plato de jamón bien cortado, dicen que se llama libertad de pensamiento. Por estas fechas siempre, me acuerdo del Horno de Castilla en mi querida calle Cristo, ese olor dulzón y penetrante a polvorones, sí de esos que te los echabas a la boca y se te pegaban en el cielo de la boca y tardabas una eternidad en empujar con la lengua.