Un inspector ataca al maquinista de Angrois: “Es como salir con el coche con los ojos tapados”
Inspectores de seguridad en la circulación de Adif consideraron que la línea entre Orense y Santiago, en la que se produjo el accidente del tren Alvia que ocasionó 80 muertes y dejó a 145 personas heridas, “tenía una conducción bastante cómoda” y “tranquila”.
Así lo manifestó en la décima jornada del juicio por el siniestro el inspector Carlos Ayuso, que declaró en calidad de testigo a propuesta de la abogada del Estado, que representa a Adif, cuyo ex director de seguridad en la circulación es uno de los acusados, junto al maquinista, por imprudencia profesional grave.
Ayuso, inspector en la gerencia noroeste de Adif desde finales de 2004, criticó el comportamiento del maquinista al compararlo con coger el coche y circular “con los ojos tapados”. Este testigo desempeñó sus funciones junto a otros compañeros como Roberto Sáez y José Antonio García Díez, que declararon como imputados durante la instrucción del caso. El segundo ha fallecido y el primero, citado en un primer momento en el juicio, está en tratamiento médico y no comparece finalmente al renunciar la Abogacía del Estado a su testimonio.
Todos ellos realizaban tareas de inspección “de todo tipo” y “una de las más completas es la de viajes en cabina”, según Ayuso. Este acompañamiento “sirve para determinar algún tipo de anormalidad o anomalía que pueda existir en las instalaciones de seguridad o vehículos”, expuso.
En caso de detectarse, añadió, se toma “algún tipo de medida para tratar de resolverla –de la forma– lo más satisfactoria posible”. Lo que era “inimaginable”, en su opinión, es lo que le ocurrió al maquinista, que frenó tarde y tomó la curva con un exceso de velocidad al atender una llamada del interventor al teléfono corporativo.