Barbacoas, fuego y vandalismo junto a la Iglesia de San Roque
● La Plaza se ha convertido en lugar de ‘fechorías’ para algunos habitantes de la zona
La falta de decoro junto a las iglesias de Almería está de moda. Pasa en algunas de la capital almeriense, ya sea mediante balonazos a la fachada o, como sucede en este caso, mediante fuego y destrozos. Antaño ya sucedió en la de Las Salinas, aunque esta vez fue en su interior. Pero no han sido las únicas.
Desde hace un tiempo, la plaza de la iglesia de San Roque se ha convertido en lugar de fechorías para un grupo de desaprensivos que eligieron este lugar para pasar tardes y noches de días entre semana y durante los fines de semana. Prácticamente, da igual la fecha, lo que importa es el lugar.
El caso es que desde hace un tiempo este lugar se ha convertido en un punto de unión que, pudiéndose ser cívico, se ha convertido en todo lo contrario.
Un grupo de personas ha decidido que este es un buen lugar para hacer barbacoas. Colocan su mesa, preparan las bebidas, los alimentos e intentan pasar un buen rato.
El problema son los daños que provocaron. Uno de los bancos ya luce roto y la fachada, justo en la esquina, luce quemada. Y es que, por algún motivo en particular, que el resto de los vecinos desconocen, decidieron crear una especie de fuego, bien calentarse, bien para hacer castañas o lo que surja.
El caso es que los vecinos ya mostraron su descontento y este llegó hasta Diario de Almería. Estos sugieren, piden, suplican que sus quejas lleguen hasta donde sea necesario para que esta actividad
desaparezca de esta zona y se haga en aquellos lugares habilitados para tal forma de recreo.
Y es que lo peor no es lo que pasó, según los vecinos, lo peor es aquello que pueda pasar en el futuro teniendo en cuenta cuales son la actividades que se realizan en la zona.
La iglesia de San Roque, tal y como narra Maribel García (Licenciada en Historia del Arte), se remonta al año 1500, construyéndose sobre una mezquita del viejo barrio musulmán de AlHawd. Primeramente fue una ermita dedicada a San Roque, abogado contra la peste. Se reconstruye a finales del siglo XIX y se bendice en 1893 siendo erigida en Parroquia en 1900.
“En principio, debía de haber sido una capilla, pero resultó ser tras su construcción, una verdadera iglesia por sus dimensiones y ornato. Las obras fueron dirigidas por el arquitecto municipal Trinidad Cuartara Cassinello. Su esbelta torre, con dos campanas de tamaño medio, un tejado de cinc con caprichosos adornos, un coro espacioso, pavimento de mármol, un rico retablo de más de 9 m. de altura y luminosas ventanas con cristales de colores bien combinados, dotaban de una característica especial a la iglesia. Su torre en el centro de la fachada, muestra un paralelismo con la arquitectura civil, en este caso del Ayuntamiento, que será repetido por otros templos almerienses posteriores”, describe Maribel.