Disney recupera el alma
Polémica por volverse una obesa en ‘La que se avecina’ ● La compañía rescata a su CEO jubilado, Bob Iger, encargado de las expansiones de los últimos años y a quien se le pide que aclare el rumbo
F.A.Gallardo
A lo largo de los últimos veinte años The Walt Disney Company fue creciendo sin saber adónde le llevaría tal estrategia. Fue incorporando activos que resultaron bien rentables en su explotación en la taquilla, como todo el mundo de los superhéroes y de LucasFilms (Star Wars) que se han venido estrenando en la última década, y todas esas adquisiciones finalmente han servido para dotar de músculo, propio y fuerte, a la plataforma Disney+.
Sin embargo el servicio de streaming de Disney, nacido en vísperas del confinamiento lo que fue una coincidencia que jugó a su favor, no ha tenido los resultados esperados a estas alturas y los estrenos de ficciones, una gran batería de contenidos para la plataforma, no han contado con los resultados esperados. Salvo The Mandalorian ninguna otra serie de Disney+ ha tenido la repercusión a su inversión y a su acogida esperada. En estos tres años ha faltado algo de alma, ese carisma que recubre las producciones de la veterana compañía de entretenimiento.
Bob Chapek ha sido el CEO responsable de esta nueva etapa con la maduración de los contenidos de la plataforma que no ha despegado del todo en una férrea competencia entre Netflix, Prime Video o Warner (HBO Max). Disney + es “una más”: ni ha destacado por personalidad ni por calidad en sí. Su catálogo clásico sigue siendo su gran soporte. Un catálogo que además de sus viejas glorias animadas que son grandes tesoros del merchandising incluye todo Pixar, toda la saga Star Wars y sus derivados, las recientes producciones de Marvel, la librería de National Geographic y un tesoro en conserva como todas las temporadas de Los Simpson.
Un surtido atractivo pero no suficiente para sujetar a una audiencia global agotada de elegir y buscar por las plataformas.
Yoli, el personaje de Miren en ‘La que se avecina’, se convierte en una obesa en la temporada 13, al dejarse llevar en su ritmo de vida. Las imágenes han recibido críticas por considerar que la serie está frivolizando sobre las personas gordas
Con la recuperación de Bob Iger, jubilado en 2020 (tras ser CEO desde 2005), Disney reclama su liderazgo y su forma de tomarse las cosas con visión y sensatez. Iger fue de los directivos curtidos en el canal ABC en los años 80 y 90, un directivo que renovó los contenidos deportivos y la ficción, y que así se convirtió
en un valor de Disney cuando absorbió la cadena de televisión. Fue un valor añadido en la adqusición de ABC.
Este sabio de la pantalla, capaz de vislumbrar los gustos no sólo en lo audiovisual sino también en el entretenimiento en los parques de atracciones será quien de nuevo tome las decisiones en The Walt Disney Company, perfecto conocedor de su pasado y de su funcionamiento en todos sus aspectos.
A sus 71 años regresa de su jubilación, un gesto de confianza a quien siempre mostró seguridad y liderazgo. Su buena relación con Steve Jobs permitió en su momento la compra de Pixar dejando que la productora de contenidos como la saga Toy Story mantuviera sus credenciales.
Este directivo se curtió en los contenidos de la cadena televisiva ABC, absorbida por Disney
La llegada de Robert Iger al sillón que ocupó durante 15 años, donde estará otros dos años más, no es tanto por una operación desesperada (el resultado de ingresos fue menor al esperado) sino por señalar de nuevo un camino futuro, éxitos y expansiones, para una compañía que se le han emborronado las ideas. Iger escenifica que lo tiene claro. Lo había vislumbrado desde el palco de su apacible retiro. Su regreso era deseado por ambas partes y la reacción en las Bolsas ha sido de subida en proporción a las esperanzas.