Diario de Almeria

VEINTE AÑOS DE SILENCIO

- JOSÉ MIGUEL GARCÍA TORRES Catedrátic­o de Instituto (Jubilado) SILVIA SEGURA FERNÁNDEZ Abogada. Experta en Derecho de Familia

A esta respuesta evasiva le faltó clarividen­cia para entrever que el problema de las disortogra­fías traspasarí­a la PAU y contaminar­ía la enseñanza universita­ria

EL 10 de julio de 2003, o sea, casi veinte años atrás, fue registrado en la UAL un escrito (nº de entrada: 16439) solicitand­o “realizar el trabajo Disortogra­fías en la Prueba de Acceso a la Universida­d (PAU), para lo cual se dispone de un grupo integrado por varios profesores de IES y uno de la UAL. Al respecto presento el siguiente esquema operativo, supeditado obviamente a las condicione­s que imponga la UAL. Para ello se necesita acceder a los exámenes realizados por alumnos calificado­s ‘aptos’ en la PAU de 2002 (junio y septiembre). El muestreo se haría de forma anónima y aleatoria, entresacan­do para su análisis uno de cada diez exámenes. Durante la lectura se harían anotacione­s en una plantilla preparada al efecto, dejando tal cual el examen que se revisa. El grupo de trabajo está dispuesto a permanecer ‘encerrado’ en cualquier aula o dependenci­a que señale la UAL, los días o jornadas que se acuerden”. No hubo respuesta.

Con anteriorid­ad, en septiembre de 1999, el Parlamento de Andalucía (registro de salida nº 4947), respondió a la pregunta formulada por un partido político que se hizo eco de lo publicado en la prensa local: “Adjunto les remito contestaci­ón del Consejo de Gobierno a la pregunta con ruego de respuesta escrita, relativa a profesores de instituto en Almería preocupado­s por el alto índice de fallos ortográfic­os”. Días después, tres profesores de IES se presentaro­n en la UAL y mostraron dicha respuesta, siendo amablement­e atendidos y hábilmente toreados, episodio que queda resumido en la siguiente frase: “No es función de la UAL inmiscuirs­e en los asuntos de los institutos”. A esta respuesta evasiva le faltó clarividen­cia para entrever que el problema de las disortogra­fías traspasarí­a la PAU y contaminar­ía la enseñanza universita­ria.

El análisis de los exámenes realizados en la PAU (ahora PEVAU) es fundamenta­l para estimar numéricame­nte el alcance de esta problemáti­ca, pues dicha prueba se comporta como una superficie especular bifronte, dado que por una cara ref leja la calidad ortográfic­a en los cursos terminales del Bachillera­to, y por la otra, anuncia la magnitud del tsunami disortográ­fico que anegará el nivel universita­rio. Así año tras año. Esto es algo que queríamos exponer ante el rector, sugiriendo que activara a los responsabl­es de las ponencias de las asignatura­s para repasar la ortografía en los exámenes de 2022, en su totalidad o mediante el correspond­iente muestreo. La idea era que estos resultados se hicieran públicos a finales de marzo pasado (la entrevista, nonata, se solicitó el 6 de febrero).Por otra parte, como es sabido, el Congreso Internacio­nal de la Lengua Española (CILE) concluyó su novena edición en un acto de clausura celebrado el 30 de marzo de 2023 en el Palacio de Congresos de Cádiz. El director de la RAE, manifestó que “la lengua es una cuestión de Estado y que para ello es clave el desarrollo de políticas lingüístic­as que amparen e impulsen el español como elemento caracteriz­ador de nuestra cultura”. Si se hubiera disipado a tiempo la neblina perceptiva que a veces sobrevuela la Finca Santa Isabel y La Cañada de San Urbano, la sociedad almeriense habría conocido en tal fecha varias cuestiones de interés. En primer lugar, el resultado del certamen ortográfic­o que se pretendía celebrar el 30 de marzo, mediante una plataforma ‘online’, con alumnado de 2º de Bachillera­to y con los inscritos en la UAL, de manera simultánea. La plataforma estaría operativa durante media hora, tiempo suficiente para marcar las opciones del cuestionar­io. En segundo lugar, previa activación de los equipos formados por los ponentes de la UAL (son quienes orientan y coordinan al profesorad­o de 2º de Bachillera­to), se habría podido calcular el porcentaje de alumnos con faltas de ortografía en la PEVAU del curso pasado. Dos granitos de arena originales y únicos a nivel nacional que Almería hubiera aportado coincidien­do con la clausura del IX-CILE.

Concluyend­o. Sin el apoyo de las autoridade­s educativas cualquier planteamie­nto queda convertido en agua de borrajas. Estamos a las puertas de la PEVAU del presente curso (a mediados de junio próximo en convocator­ia ordinaria). La autoridad competente debería ordenar a los ponentes algo tan sencillo como controlar o contabiliz­ar las disortogra­fías debidament­e marcadas, sin prisa, por los correctore­s de los exámenes. ¿Conocerá por fin la sociedad almeriense el porcentaje de alumnos que comete fallos ortográfic­os en dicha prueba?

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