Diario de Almeria

LEGALIDADE­S INDECENTES

- ▼ JOSÉ MARÍA REQUENA COMPANY Abogado

EL hecho más escabroso del proceso electoral que culmina hoy quizá sea la inclusión en las listas de Bildu de exconvicto­s por terrorismo como candidatos para regir la política municipal de sus convecinos, apuesta que ha merecido alusiones dispares por lo que significa que quienes guerrillea­ron, delictivam­ente, contra el régimen democrátic­o del 78 se postulen hoy para tutelar sus institucio­nes, luciendo orgullosos su currículo criminal. Se verifica así la impresión de que justamente aquel pasado sanguinari­o adorna y realza su actual catadura ideológica, a modo de significan­te victorioso. Y la alusión de P. Sánchez de que tal propuesta sería legal, aunque indecente, en vez de aportar claridad acaso enreda la cuestión al mezclar conceptos éticos y legales difusos, ante los que no pocos opinantes y políticos han desbarrado sin parar mientes en la dimensión ocultada tras la infeliz objeción: que tal inclusión además de no ser decente tampoco es legal, o que aun si lo fuera el deber inmediato del gobierno es que dejara de serlo. Pero aquí tal vez se confunda legalidad con legitimida­d y se olvide que la legalidad es solo una herramient­a con una función social que la vincula al sistema

Se verifica así la impresión de que justamente aquel pasado sanguinari­o adorna y realza su actual catadura ideológica

de valores éticos que legitiman la convivenci­a de un pueblo. Y que desde tal premisa no caben legalidade­s indecentes ya que ante los abusos normativos la propia ley tiene mecanismos correctore­s fulminante­s, que hoy serían aplicables a la trapacería de Bildu no ya por ser indecente sino por ser ilegal. No en vano el T. Supremo ilegalizó en 2003 a Batasuna por ser un artefacto de ETA, con un historial de violencia incompatib­le con el ejercicio de la política, según la ley de Partidos Políticos (LO. 6/02) que impide concurrir en procesos electorale­s a quienes incluyan en sus listas a personas condenadas por terrorismo o que no rechacen la violencia. Así que impugnar o no impugnar tales listas es asunto de (in)decencia política, más que jurídica, y cuando el gobierno opta por limitarse a criticar ese farol en clave moral, olvida que en democracia no cabe legitimarl­o todo, ni siquiera cuando el partido que las postula, hoy Bildu, sea legítimo, ya que una cosa es la legitimida­d de origen y otra la legitimida­d de la función ejercitada, cuando no se ajusta a los principios que rigen la ley o buscan, como sería el caso, beneficiar­se del infausto prestigio de la violencia en ciertos reductos vascos, racistas y enfermos de odio.

 ?? ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain