MAÑANA ES EL DÍA DE LOS ENAMORADOS
FUE el papa Gelasio quien eligió la fecha del catorce de febrero para honrar a San Valentín. Martirizado hasta morir, por decreto del emperador Claudio II. A los poderosos no les gusta nada que les desobedezcan, y Claudio había ordenado a sus soldados que se mantuvieran solteros. Pensaba que la vida familiar los domesticaba en exceso, y no confiaba en la afabilidad como arma de guerra. Así que prohibió el matrimonio. Prohibición que el santo desoyó hasta que perdió la cabeza por el amor de una mujer.
El amor es la clave de la vida, sin amor no hay nada, amar y ser amado es lo que perseguimos todos a lo largo de nuestra vida. ¿Dónde estás, San Valentín? Qué pasa que San Valentín ha huido despavorido, que no quiere saber nada de los humanos y nos ha dejado a nuestro puro egoísmo y a nuestro capricho amoroso…o somos nosotros quienes hemos dado la espalda al verdadero amor. Amar es compartir sentimientos, amar es corresponder, aguantar, madurar juntos y por separado; amar es hablar, hablar y hablar…aunque no entienda, no escuche, no dialogue; si amas acabarás hablando y compartiendo. De ahí que cueste tanto ceder, perdonar, olvidar, ponerte en el lugar del otro. Amar no es fácil, cuando amar supone seguir juntos año tras año, tratando de comprendernos y de perdonarnos.
Amar, es otra cosa; no es ser “media naranja” de nadie, amar es el complemento del uno con el otro y el otro con el uno; uno aporta más y otro más de otra cosa, uno equilibra con el mucho lo poco que puede compensar con el poco… No lo dude, amigo lector, ¡¡es un ejercicio generoso de equilibrios continuos!! Y, todo eso, sin amor es muy difícil. Amar es querer seguir en la brecha porque merece la pena envejecer juntos.
Estas líneas las dedico a cuantos “trabajamos” con amor y humildad por conservar el amor que un día nos pareció el más bello amor de nuestras vidas, con sus altibajos, con luces y sombras, con amor y sufrimiento en ciertos momentos, con dudas en otros, pero con una enorme esperanza para llegar a un amor sereno, más maduro, más sincero, y con un sentimiento profundo de que ahí estamos juntos por siempre. Ojalá el ejemplo de tantas parejas llenas de generosidad y de amor, de tantas familias unidas durante tantos años por el amor, enciendan el fuego y lo mantengan en las generaciones de nuestros hijos que tanto amor han recibido. ¡¡A los enamorados…feliz Día!!
Estas líneas las dedico a cuantos “trabajamos” con amor y humildad por conservar el amor que un día nos pareció el más bello de nuestras vidas