Diario de Almeria

La Cardoncha, tradición centenaria de broche de oro

⬤ Esta celebració­n del Domingo de Resurrecci­ón es una de las mayores señas de identidad de los abulenses para poner fin a la Semana de Pasión local

- Macarena González

La sanción es beber vino del tallo de una cardoncha y morderla para obtener el sabor

La Semana Santa llegó a su fin en el municipio de Abla con una de sus mayores tradicione­s: La ‘Cardoncha’. Esta celebració­n del Domingo de Resurrecci­ón es una de las mayores señas de identidad de los abulenses, que a pesar de la lluvia, pudieron despedir su semana de Pasión por todo lo alto.

La cardoncha es una de las festividad­es más antiguas del municipio, que se remonta al siglo XVI, cuando se creó una milicia local armada que un más tarde se transformó en una hermandad religiosa bajo la advocación del Cristo Resucitado.Una vez fueron suprimidas las milicias, la hermandad siguió subsistien­do conservand­o la tradición miliciana, y es en este día que sus integrante­s se visten de gala para escoltar a las imágenes durante la procesión.

Este domingo, las precipitac­iones no permitiero­n la salida procesiona­l del Resucitado y la Virgen para que se pudieran realizar los diferentes encuentros que se llevan a cabo entre ambos por las calles del municipio, y que son la esencia de esta celebració­n, por lo que optaron por realizarlo­s en el interior de la misma iglesia tras la misa y la ofrenda.

Una vez terminada la procesión es cuando se realiza propiament­e ‘la cardoncha’, que se trata de un ceremonial en el que los hermanos mayores se sitúan a un lado de la plaza de la iglesia y se procede al primero de los actos, la “juga de bandera” que da comienzo a la celebració­n.

Las lluvias dieron un poco de tregua a los abulenses para poder realizar este especie de juego que lleva a cabo el abanderado al redoble de tambor, de ahí que se le haya dominado con el localismo ‘juga’. Este espectácul­o consiste en ir enrollando y desenrolla­ndo la bandera sobre su propia cabeza. Una vez acabó la juga el abanderado, el resto de hermanos realizaron el mismo juego, y tuvo lugar la “escapá del abanderado”, cuando ésta fue robada por uno de los jugadores que se dio a la fuga. Es entonces cuando el capitán ordenó que fuesen en su búsqueda, y comenzó la segunda fase de la celebració­n, la “imposición de sanciones”.

Todo aquel que ha cometido alguna falta, debe arrodillar­se y beber vino por el tallo de la cardoncha -un cardo típico de la zona - para después morderla, obteniendo un sabor áspero en la boca que sirve como sanción. Es esta parte del evento la que da nombre a la celebració­n abuelense. Una vez terminadas las acusacione­s, se produce el ‘Cambio de Insignias’ entre los hermanos y la ‘Inscripció­n de cargos entrantes’ ya que los cargos en la hermandad son rotativos.

Por último se le hizo entrega de un ramo de cardonchas al capitán saliente a modo de obsequio y en agradecimi­ento a su . Otra de las particular­idades de este día, es la ofrenda de uvas y chumbos, frutos de verano que al no ser de temporada simbolizan la resurrecci­ón en esta época del año.

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FOTOS: MARIAN LEÓN Juga de la bandera en la Plaza de la Iglesia.
 ?? ?? Encuentro entre las imágenes en el interior de la iglesia.
Encuentro entre las imágenes en el interior de la iglesia.
 ?? ?? Miembros de la milicia con la bandera durante la misa.
Miembros de la milicia con la bandera durante la misa.
 ?? ?? Ofrenda de uvas, chumbos y cardonchas.
Ofrenda de uvas, chumbos y cardonchas.
 ?? ?? Obsequio del ramo de cardonchas,
Obsequio del ramo de cardonchas,

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