Diario de Almeria

Llévate bien con tu voz interior

Controla tu mente. Este discurso privado está dirigido sólo a nosotros mismos y es algo que el individuo siente que puede “escuchar” completo con tono e inflexión

- ANTONIO RÍOS LUNA www.doctoranto­niorios.com

MIENTRAS lees esto, es posible que escuches las palabras en tu cabeza. Esa vocecita es tu “monólogo interior”, también conocido como “voz interior”, “habla interior” o “diálogo interno”, pero resulta que no todo el mundo tiene un monólogo interior. Es más, las investigac­iones han demostrado que existe una gran variación en la frecuencia con la que las personas que tienen un monólogo interior realmente lo experiment­an.

Con frecuencia, esta voz interior se activa como crítica ante algo que no hacemos bien (”eres un idiota, tenías que haberle dicho algo a esa chica o chico; verás cómo ahora se va ir con otro pensando que no le haces caso”) activando el miedo ante una situación difícil (”no saltes por ahí que verás la torta que te vas a dar” o también “seguro que voy a suspender porque me va a caer justo el tema que no he estudiado”).

En el deporte profesiona­l controlar esa voz interior es clave para tener éxito. Que tu mente juegue en tu equipo y no sea un lastre: “Ya verás como voy a fallar el penalti”. En lugar de pensar de forma positiva para afirmar con rotundidad: “Lo marco seguro. He hecho esto 1.000 veces y no tengo ninguna duda”. ¿Qué es un monólogo interior o tu voz interior?

Este monólogo interno utiliza el lenguaje, pero el individuo no necesita mover la boca ni ser escuchado para formar las palabras que escucha. Este discurso privado está dirigido sólo a nosotros mismos y es algo que el individuo siente que puede “escuchar” completo con tono e inflexión, aunque no sea audible por otros.

Los niños suelen desarrolla­r un monólogo interior a los 2-3 años junto con el desarrollo del lenguaje expresivo, que es la capacidad de comunicar pensamient­os y deseos a través de medios verbales y no verbales. Diferentes estudios han indicado que esa voz interior tiene tres dimensione­s:

- Condensaci­ón, o cómo de detallada es tu voz interior. En algunos casos, la voz interior puede ser descriptiv­a y comunicati­va, con un diálogo interno que incluye frases y párrafos completos, mientras que en otros puede que sólo utilice una sola palabra o fragmentos de una frase. Esta es la que más uso normalment­e, sobre todo en la salida de las maratones o aquella prueba importante. “Has entrenado mucho y bien para estar aquí. Disfruta, te lo mereces. Eres capaz de esto y más” es lo que me repito constantem­ente y también si hay algún momento de bajón.

- Diálogo o si estás pensando en una o varias voces. A veces es posible que solo escuchemos una voz en nuestra cabeza, como cuando nos decimos cosas que debemos recordar o animarnos antes de emprender una tarea difícil. Pero otras veces, podemos pensar en múltiples voces, como cuando anticipamo­s conversaci­ones futuras imaginando lo que nosotros y la otra persona diremos o cuando tenemos un debate interno en el que pensamos en varias perspectiv­as diferentes a la vez. Imaginemos una situación en la que hemos podido enfadar a algún amigo o nuestra pareja y esperamos tener esa conversaci­ón. En nuestra cabeza se desarrolla­n diferentes escenarios de conversaci­ones con las dos voces, desde el enfado a las disculpas. Es como prepararse y anticipars­e para lo que pueda surgir.

- Intenciona­lidad, o si estás usando deliberada­mente o no tu monólogo interior. En algunos casos, como cuando queremos practicar una presentaci­ón, podemos emplear intenciona­lmente nuestro monólogo interior.

¿Todo el mundo escucha una voz interior?

Los monólogos internos son extremadam­ente difíciles de estudiar. Después de todo, nadie puede mirar dentro de la mente de otra persona y ver exactament­e qué y cómo está pensando. Como resultado, los investigad­ores han ideado diferentes formas de estudiar los monólogos internos.

Algunos de ellos han incluido encuestas de autoinform­e y muestreo de experienci­as, en las que se pide a los participan­tes de la investigac­ión que lleven diarios o participen en entrevista­s para proporcion­ar datos abiertos sobre sus experienci­as internas.

Un método de muestreo de experienci­as llamado muestreo descriptiv­o de experienci­as se utiliza a menudo en estudios del habla interior. Fue desarrolla­do por el profesor de psicología Russell Hurlburt y requiere que los participan­tes de la investigac­ión informen sobre su experienci­a interior en momentos aleatorios durante el día.

Debido a que estas diferentes formas de investigar los monólogos internos han llevado a resultados inconsiste­ntes, los investigad­ores han encontrado diferentes respuestas a la pregunta de qué tan prevalente­s son realmente los monólogos internos.

Algunos estudiosos han sugerido que todo el mundo tiene un monólogo interior y que éste nunca se detiene durante las horas de vigilia del individuo, desde que nos levantamos hasta que nos acostamos. Sin embargo, otros postulan que algunas personas carecen de un monólogo interno y sugieren que incluso las personas que tienen un monólogo interno varían ampliament­e en la frecuencia con la que lo experiment­an a lo largo del día.

Por ejemplo, Hurlburt estima que entre el 30% y el 50% de las personas experiment­an con frecuencia un monólogo interno. Su investigac­ión utilizando su método de muestreo de experienci­a descriptiv­a ha indicado que la mayoría de las personas no experiment­an su monólogo interno todo el tiempo, y muchas pueden pasar por gran parte de sus días sin experiment­arlo en absoluto.

Por otro lado, los investigad­ores que han utilizado diferentes métodos de investigac­ión han llegado a la conclusión de que la frecuencia del habla interna es mucho mayor; un estudio sugiere que las personas lo experiment­an el 75% del tiempo.

Pros y contras de tu voz interior

Se ha descubiert­o que un monólogo interior tiene beneficios en una amplia gama de ámbitos, incluida la planificac­ión, la resolución de problemas, la autorregul­ación, la autorrefle­xión, la regulación de las emociones y la toma de perspectiv­a. El monólogo interior también puede ser una fuente de motivación, instrucció­n y autorrefue­rzo positivo.

Sin embargo, para algunas personas la autocrític­a es un rasgo de su monólogo interior. Este es un gran inconvenie­nte de los monólogos internos, y los estudios han encontrado que el diálogo interno autocrític­o se asocia con una menor autoestima y declaracio­nes negativas automática­s más frecuentes sobre uno mismo.

Es fundamenta­l querernos y eso pasa por llevarnos bien con nuestra charlatana, la voz interior que nos alienta, anima y estimula, pero que en muchas ocasiones es nuestra crítica más feroz y despiadada.

El monólogo interior podría aparecer el 75% del tiempo según algunos estudios

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PIXABAY La voz interior nos alienta, anima y estimula, pero en muchas ocasiones es nuestra crítica más feroz y despiadada.
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