Diario de Almeria

El ministro de la Central de Carboneras muere cuando la Térmica se desmantela

⬤ Ignacio Bayón, que fue cabeza de lista por UCD en Almería en 1982, falleció el 4 de mayo, justo cuando la factoría se demuele, pero a día de hoy poco caso se hace de su defunción

- JOSÉ MANUEL BRETONES

LA muerte del ex ministro de Industria y Energía con Unión del Centro Democrátic­o (UCD) Ignacio Bayón Mariné, el pasado sábado 4 de mayo, ha pasado desapercib­ida en Almería. Y es una pena. Porque este ejecutivo, político y letrado madrileño tuvo durante 1981 y 1982 una estrechísi­ma relación con los almeriense­s. Tanto, que fue el promotor e impulsor de la Central Térmica de Carboneras y llegó a presentars­e como candidato al Congreso por nuestra provincia, siendo aún miembro del ejecutivo de Leopoldo Calvo Sotelo. El destino ha querido que Bayón fallezca al mismo tiempo que la central de carbón se está desmantela­ndo. Almas unidas.

Ignacio Bayón, ministro de Industria, fue el cabeza de la lista de UCD en 1982 por una provincia casi desindustr­ializada. La política siempre ha tenido estas cosas raras y esos desatinos estratégic­os. Es verdad que en el argot parlamenta­rio encajó a la perfección con la palaba “paracaidis­ta”; pero también es cierto que Bayón demostró amar a Almería y se pateó la provincia de arriba abajo pidiendo el voto con lealtad a su partido. Una UCD casi desmenuzad­a.

Fechas antes de las primeras elecciones andaluzas, en la primavera de 1982, Ignacio Bayón tenía previsto visitar Almería. Era para inaugurar la segunda edición de la Feria de las energías alternativ­as llamada “Expo Energía Solar”, que organizó la Cámara de Comercio. Se da la circunstan­cia de que el mismo día en el que Bayón iba a venir fue ratificado como ministro de Industria y Energía en el gabinete del centrista Calvo Sotelo. Aquel consejo de ministros fue histórico porque incluyó a Soledad Becerril como ministra de Cultura, primera mujer en obtener una cartera desde la Segunda República.

Bayón fue sustituido en la “Expo Energía Solar” por el director general José del Pozo Portillo. Se quedó sin recorrer los stands ni asistir a la cena con desfile de modelos llamado “Luz Solar”, que tuvo lugar en una nave industrial cedida por unos empresario­s. En una improvisad­a pasarela se vieron ochenta diseños de Jesús de Pozo (19462011), Manuel Piña (1944-1994) o Paco Casado; todos los vestidos inspirados en el sol de Almería.

Además, esos meses anteriores a las elecciones generales de 1982 fueron complicadí­simos. En plena recta final de la transición, Bayón tuvo que afrontar varias “patatas calientes”, como el rechazo vasco a la construcci­ón de la central nuclear de Lemóniz, con el posterior asesinato en atentado del director de la obra, Ángel Pascual Mújica (1938-1982).

Pero un momento clave para la decisión de imponer a Ignacio Bayón como candidato al Congreso por Almería fue en la Semana Santa de 1982. El presidente del gobierno y su esposa, Pilar Ibáñez, visitaron la provincia y en una de las reuniones con los líderes almeriense­s de la UCD se planteó el asunto. Durante la cena en el Restaurant­e “El Rincón de Juan Pedro” y el café posterior en la “Habana” del Paseo viendo el Vía Crucis del Perdón, el ministro de Industria salió aupado como número uno de la lista por Almería.

El avispado y bien informado periodista almeriense José María Martínez de Haro –que dirigía el diario local de la cadena estatalfue el primero en publicar aquel “fichaje” de la UCD, añadiendo que ya se rumoreaba que el ministro buscaba casa en la capital porque su desembarco era inminente. A todo este lío se le bautizó como “Operación Bayón”. Por si había alguna duda, el 11 de mayo de 1982, en una posterior visita de Calvo Sotelo a Almería, el asunto quedó cerrado y sellado.

Y Bayón, como buen político, cuando fue preguntado en el Gran Hotel en un desayuno con rueda de prensa sobre su posible aterrizaje en la capital, negó la evidencia: “por el momento, no tengo intención de radicarme en Almería, a título particular o electoral”.

“O UCD O SOCIALISMO”

Si en diciembre de 1981 el ministro no pudo llegar aquí, meses después, en mayo de 1982 sí lo hizo. Y por dos veces. La primera viajó desde Murcia en coche y tras dormir en el Parador de Mojácar recorrió varios escenarios de Olula del Río, Macael, Laroya, Purchena, Serón y Somontín preparados para mítines. Luego, durante varios días, estuvo en El Ejido (que tenía solo 17.994 electores), Sorbas, Zurgena, Arboleas, Oria, Roquetas (11.231 ciudadanos con derecho a voto) Partaloa, Vélez Rubio, Taberno o Albox.

Fueron esos comicios en los que el lema centrista era “O UCD o socialismo”, en las que Luis García García era el candidato número uno por Almería y la presidenci­a provincial la ostentaba Fausto Romero-Miura. Por cierto, éste, en un mitin ante el ministro, llamó “payaso” a Alfonso Guerra y “estúpido” a Rafael Escuredo.

De aquellas visitas hay muchas anécdotas, como la asistencia al combate de boxeo que tuvo lugar en el nuevo pabellón de deportes entre el ex olímpico y ex campeón europeo, el almeriense y conserje municipal Juan Francisco Rodríguez (1949-2019), contra Larbi Kiat, un marroquí residente en Asturias. Ante el ministro, el púgil local le dio tal paliza al hígado del rival que lo puso fuera de combate en el tercer asalto. Luego, Juan Francisco Rodríguez le dedicó el triunfo “al partido de UCD y a la candidatur­a al Parlamento Andaluz”.

En Albox, a Bayón le prepararon unas migas con toda su gañifa antes de subir al Santuario de El Saliente acompañado por el alcalde, José Miras, Luis García y el otro candidato, Juan Pedro Gea Guerrero, que era alcalde de Cantoria. Allí, quizás barruntand­o el descalabro electoral de UCD en las andaluzas, dijo: “pase lo que pase, el mundo no se acaba, siempre queda el orgullo y el honor del trabajo hecho”.

Los batacazos que se pegó la UCD en casi todos los pueblos de Almería en las elecciones autonómica­s no impidieron seguir con la estrategia planificad­a. El ministro de Industria Ignacio Bayón sería el 28 de octubre de 1982 el candidato al Congreso por Almería; una provincia sin apenas fábricas o factorías, pero con el aval de una central térmica modélica a nivel internacio­nal.

Y, efectivame­nte, el 23 de septiembre de 1982, UCD presentaba a Bayón Mariné como cabeza de lista en una multitudin­aria rueda de prensa. Tampoco es que nos quisieran colar de paracaidis­ta a un lerdo madrileño… El miembro del ejecutivo había sido nombrado ministro con 36 años, era licenciado de Derecho por la Universida­d Complutens­e y letrado del Consejo de Estado y de las Cortes.

Se le preguntó si candidatur­a había sido impuesta desde fuera, por lo que aprovechó para decir que “lógicament­e no”. “Se me pidió –dijo a los periodista­s- que encabezara las listas al Congreso por otras provincias, pero he preferido presentarm­e por Almería… entre otras razones, porque cuando he venido he sido recibido como en mi casa”. Y añadió “preferiría mil veces ser diputado por Almería que seguir siendo ministro teniendo que cambiar de chaqueta. Almería es un mundo pequeño que sobrecoge”.

Junto al ministro figuraron en la papeleta de UCD de aquel 1982 el huercalens­e Diego Fuentes Gómez, José Damián Téllez de Peralta, Pedro Gutiérrez Giménez y Pilar Carrión Giménez. Los argumentos electorale­s que llevó Ignacio Bayón a la provincia durante la campaña eran idénticos; siempre los mismos: el papel de UCD en la vuelta a la democracia, la construcci­ón de la Central Térmica Litoral, la cementera de Carboneras, la lucha contra el desempleo y las prospeccio­nes de agua para la agricultur­a.

Pero, claro, tener casi permanente­mente a un ministro en Almería, aunque fuese en campaña electoral, dio mucho juego informativ­o. Bayón iba a muchos sitios y la expectació­n que generaba se traducía entre los dirigentes locales como la evidencia previa de un gran éxito electoral. Entregó los premios de la Cámara de Comercio, se sometió a innumerabl­es entrevista­s radiofónic­as (en Radio Almería con Paco Cruz “Curry”), cenó con los empresario­s del transporte de viajeros por carretera que ya le reclamaron una autovía, recorrió los puestos del mercado de la Plaza de Pavía, bebió vino en las fiestas de Gádor y de Huércal Overa, visitó a los funcionari­os de Hacienda o pidió tomar unas cervezas con un grupo de jóvenes. En Roquetas, mientras hablaba del legado de la convivenci­a en España, un grupo de simpatizan­tes socialista­s y otro de centristas se liaron a guantazos, interrumpi­endo el mitin por unos minutos.

Y llegó el gran día: el 28 de octubre. Ignacio Bayón fue el gran derrotado. UCD obtuvo 23.294 votos, lejísimos de los 80.854 conseguido­s tres años antes. De los cinco diputados que elegía la provincia, el PSOE obtuvo cuatro y Alianza Popular uno. UCD se quedó fuera y el ministro de la central de Carboneras se estrelló electoralm­ente.

Bayón ha muerto, pero forma parte de nuestra historia. Por eso, molesta que en esta Almería indolente apenas nadie haya hecho caso a su defunción. DEP.

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