Diario de Almeria

LA CUENTA ATRÁS

- ▼ FERNANDO COLLADO Psiquiatra fcolladoru­eda@gmail.com

DEBO reconocer que escribir una columna como esta te induce a un estado natural de “búsqueda”. El compromiso de desarrolla­r un tema cada semana hace que uno se convierta en una especie de cazador, siempre pendiente de detectar un asunto que pueda suscitar interés. Así, hace unos días, pasé junto a mi hijo una mañana ajetreada. Finalizada­s las tareas que teníamos propuestas, va el niño y me dice: “papi, ¿crees que se aprovechar­ía mejor el tiempo si los relojes contaran hacia atrás en lugar de hacia adelante?”. Y ahí estaba, una interesant­e idea con la que hacer alguna reflexión.

Imaginen, curiosos lectores, que este artefacto existiera. Pero puestos a soñar, digamos que ese reloj descontase cada segundo de la vida que a cada uno nos resta por disfrutar. Al principio sería un agobio importante. Una bofetada de mortalidad que generaría ansiedad al interpreta­r esa regresión como el tic tac que nos arrastra hasta el final. Pero cuando nos acostumbrá­semos, cuando hubiésemos asumido que nuestro tiempo es limitado, creo que podríamos hacer gran uso de esa cuenta atrás.

De entrada, barreríamo­s un concepto que está muy de moda en los libros y podcasts de autoayuda. La procrastin­ación o la tendencia a aplazar actividade­s por miedo o pereza a afrontarla­s desaparece­ría de nuestros hábitos. Sabiendo que cada minuto se va por un sumidero infinito, ¿quién es el valiente que lo desperdici­aría sin más? De forma análoga, visualizar constantem­ente que el tiempo se agota haría que nos volviésemo­s más selectivos con nuestras actividade­s, priorizand­o aquellas que considerár­amos más valiosas o significat­ivas.

Pasaría igual con nuestra gente. Compartirí­amos las horas con quienes lo merecen, obviando a las personas que pasan de puntillas por nuestra vida. Por otra parte, tener presente el tiempo que nos resta haría también que tomáramos decisiones de forma más rápida y menos dubitativa. Al fin y al cabo, ¿qué es lo peor que podría pasar? ¿Y qué me dicen de los disgustos, enfados y mosqueos? No sé si desaparece­rían, pero a buen seguro disminuirí­an tanto que solo nos afligiría lo más importante. En resumen, un reloj con la cuenta atrás inspiraría a vivir de manera más plena, enfocándon­os en la realizació­n personal y el cuidado de los vínculos que más importan. En última instancia, nada nuevo bajo el sol, como sentenció otrora Séneca: “No es que tengamos poco tiempo, sino que perdemos mucho”.

Imaginen un reloj que descontase cada segundo de la vida que nos queda

 ?? ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain