SÁNCHEZ: A UNA MONCLOA PEGADO
El Gobierno anuncia, que si no se aprueban sus Presupuestos Generales, adoptará los de Rajoy y los cincelará a base de decretos
de prócer de la patria, de estadista histórico, de John Fitzgerald Sánchez, cuando lo que en realidad mueve a tanta farfolla, regate, reajuste y corto plazo es la carencia de verdadero poder ejecutivo –el de quien ocupa Moncloa por controlar, debiera, el Parlamento–, la incapacidad de Sánchez de gobernar con leyes ordinarias, o sea, consensuadas, y no con decretos ley y boutades sobre la España “libre de carburantes”, con paraíso “de gran justicia social”… dentro de 12 años.
Si Pedro y Bego siguen en Moncloa dentro de 12 años, hacemos un crowdfunding y le ponemos también un piso en la playa. Un político vulgar, con una ambición preocupante y catalizada por las humillaciones de los barones del PSOE, o sea, resentido con su partido, al que también va a dinamitar: es claro que buena parte del fracaso de Susana Díaz del pasado 2 de diciembre se debe al (no) apoyo de un secretario general desprestigiado, cosmético… y a una Moncloa pegado. Un sobreviviente superlativo.
Tras el abrazo del oso a Susana Díaz, Sánchez se marca un ‘Groucho’ presupuestario