“Amó mucho a su patria y quiso siempre su bien”
González Troyano celebra que el Ayuntamiento de Utrera apostara por rescatar al “español más activo en la Revolución Francesa desde la erudición, poniendo en marcha el Año Cultural Abate Marchena cuyo comisario, Cristóbal Ortega, realizó una labor encomiable”. Para el alcalde utrerano, José María Villalobos, “era importante que los vecinos de Utrera conocieran al Abate en sus circunstancias históricas. Ha sido muy satisfactorio que intelectuales de todo el espectro ideológico, desde Luis Alberto de Cuenca a Pedro J. Ramírez o José Calvo Poyato, lo hayan recuperado. A partir de ahora también lo reivindicaría como patriota, que según la RAE es quien ama mucho a su patria y quiere su bien. Marchena quiso que España tuviera el régimen de libertades de Francia y fuera capaz de romper las cadenas del autoritarismo, nunca propugnó la dependencia de su país respecto a Francia. Era de una familia rica de Utrera y pudo vivir cómodamente pero prefirió dar la vida por el progreso de su país hasta morir en la pobreza en Madrid”. Para ello no inventa textos sino que edita escritos de Marchena y los inserta en una narración ágil.
A González Troyano le interesa su condición de afrancesado. “El afrancesado era considerado el traidor a la patria pero para mí es claramente un adalid del progreso. Marchena vivió de forma extrema, pensaba que la Ilustración debía desembocar en la Revolución frente a moderados como Moratín. A Menéndez Pelayo le gustó hasta tal extremo que a veces se confunden, creo que don Marcelino encontró en Marchena la voz que él no pudo tener en la España de su tiempo”.
Adolfo García Ortega inventa un episodio que no ocurrió pero que estaría muy afianzado en la realidad histórica: la visita a Inglaterra como espía industrial del Abate Marchena, narrada a modo de diario, muy a la manera del siglo XVIII, y que sería el origen de su viaje imaginario a la Luna. Este escritor y traductor reconoce que “vivimos tiempos convulsos y conviene recordar que Marchena siempre defendió la libertad de expresión, el derecho a opinar lo que le diera la gana. Es un ejemplo de intelectual de acción que se moja, en la línea de Blanco White o de Juan Goytisolo, y al que felizmente se ha recuperado desde Utrera”.