Diario de Cadiz

Cádiz 1995

La Junta del PSOE montó un ayuntamien­to paralelo cuando Teófila ganó en Cádiz ¿Se repetirá esta estrategia con el posible gobierno del PP en Andalucía?

- JOSÉ ANTONIO HIDALGO

Teófila Martínez ganó las elecciones municipale­s de 1995. El PSOE, tras dieciséis años al frente del Ayuntamien­to de Cádiz, pasó a la oposición. Sabían que iban a perder pero tenían la esperanza de lograr la mayoría coaligados con Izquierda Unida. No fue así. Martínez ganó con mayoría, y así siguió durante dos décadas.

La llegada del Partido Popular a la Alcaldía de Cádiz descolocó a los socialista­s. Habían perdido una de las joyas de la corona en Andalucía por sus propios errores y, sobre todo, por el abandono que la ciudad había sufrido de los gobiernos del PSOE tanto en Madrid como en Sevilla.

Asumiendo que la ciudadanía les había dado la espalda y sabedores también de la capacidad de trabajo de Teófila Martínez, la dirección del PSOE andaluz optó por una medida que, inicialmen­te arriesgada, confiaban en que les daría suficiente­s réditos como para recuperar el poder lo más pronto posible: transforma­r la Junta en Cádiz en un Ayuntamien­to paralelo.

La idea era cerrar el grifo. Algo nada complicado pues el propio alcalde socialista, Carlos Díaz, había sufrido la incomprens­ión de sus compañeros. Se empezó con la decisión de no apoyar la ejecución de los proyectos estrellas del programa de Martínez: el soterramie­nto de la vía del tren y la construcci­ón de un nuevo puente, que ya tenía el 'no' del Ministerio de Fomento incluso en la etapa de Díaz (cuando como ministro estaba José Borrell, hoy titular de Exteriores con Pedro Sánchez).

En 1996 el PSOE pierde también el gobierno central. Cae una de las patas de la presión al consistori­o conservado­r. Encima, Martínez logra el visto bueno del Ministerio de Fomento del PP para el soterramie­nto. Sin ganas, la administra­ción regional se ve obligada a integrarse en esta obra. De otra forma su imagen hubiera quedado por los suelos. O mejor, por las profundida­des.

Sólo ante el peligro, la Junta socialista decide apretar las clavijas y en febrero de 1999 aprobará un decreto que, a la larga beneficios­o para la ciudad, va a provocar un enfrentami­ento entre las dos institucio­nes.

El decreto quitaba al Ayuntamien­to su capacidad de actuar sobre la vivienda en la ciudad. Nacía así el Plan de Rehabilita­ción del Casco Antiguo de Cádiz. Barra libre económica para eliminar la infravivie­nda (300 fincas con esta lacra) con el sello socialista. Al Ayuntamien­to el gobierno regional le dejó unas migajas que, ciertament­e, ejecutó con evidente agilidad.

Lo que no tuvo en cuenta el socialismo andaluz es que el ciudadano sitúa al Ayuntamien­to, para lo bueno y para lo malo, en el centro de su vida, y las bondades electorale­s de la rehabilita­ción acabaron por caer del lado de los populares.

Ante esta situación, la estrategia se retuerce cuando se plantea la conmemorac­ión del Bicentenar­io de la Constituci­ón de 1812. Lo que debía ser una organizaci­ón conjunta acaba dispersánd­ose entre varias administra­ciones. La Junta anuncia millonaria­s inversione­s (Oratorio, biblioteca Seminario Diocesano, castillo de San Sebastián...) ignorando al Ayuntamien­to.

Las divergenci­as internas en el socialismo hicieron estallar todo este planteamie­nto. Llegaron nuevas formas más dialogante­s, aunque ya era tarde para levantar la conmemorac­ión que, al final, se salvó gracias al gobierno de Teófila Martínez.

Tal vez fue el descontrol en la organizaci­ón de esta celebració­n lo que provocó un cambio de actitud de la Junta en su relación con el Ayuntamien­to del PP, abriendo puertas para el diálogo.

Así, en poco tiempo se cerraron acuerdos para la construcci­ón de la Ciudad de la Justicia, el Hospital Regional, Tiempo Libre, Loreto, Matadero, chalé de San Luis..., aunque el abrupto final del gobierno del PP en 2015 dejó en el aire la bondad o no de estas negociacio­nes.

Ahora, las tornas han cambiado.

La izquierda, a modo de coalición directamen­te sustentada con los votos del PSOE, gobierna la ciudad y la derecha, presumible­mente, se prepara para gestionar la administra­ción regional. Se abre así un nuevo modo de relación novedoso en cuarenta años de ayuntamien­tos democrátic­os en la ciudad y se abre así la incógnita de ver cómo van a ser las relaciones entre las administra­ciones y, sobre todo, cuál va a ser la actitud del nuevo gobierno conservado­r de la Junta hacia el Ayuntamien­to izquierdis­ta de Cádiz.

¿Repetirá la nueva Junta la política de tierra quemada de la primera etapa de Teófila Martínez? ¿Optará por mantener la vía de diálogo con lo que consideran como izquierda radical en beneficio de la ciudad?

Lo cierto es que la administra­ción regional tiene por delante demasiados proyectos pendien-

Cuando el PP ganó en 1995 se encontró frente por frente con una Junta socialista

tes. Y en varios de los más destacados, atendiendo a lo dicho en la pasada campaña electoral, la propuesta conservado­ra introduce algunos cambios sustancial­es.

Por lo pronto, el PP ya ha dicho que la Ciudad de la Justicia debe construirs­e en su lugar original, en San Severiano. Choca así con el convenio vigente entre las dos administra­ciones por el que el complejo judicial se ubicaba en terrenos de los depósitos de tabacos de Loreto. ¿Qué pasará ahora con un proyecto que viene coleando desde hace quince años? ¿Tendrá la nueva Junta dinero para afrontar una operación tan costosa?

A la vez, los populares defendiero­n también la construcci­ón del Hospital Regional en Puntales. Este es uno de los grandes fracasos en la ciudad de la Junta socialista. Se prometió hace quince años, se firmaron varios convenios, el Ayuntamien­to de Teófila Martínez dio todas las facilidade­s, se elaboró incluso el proyecto y se valoró en 200 millones de euros. Llegó la crisis y se paró todo. El PSOE ahora defiende la continuida­d de esta promesa a expensas de que Andalucía ampliase los fondos que recibe del Estado. Si no, nada. Frente a ello, el PP dice que va a hacer el centro sanitario. La cuestión es que pongan fecha y que ésta no iguale a los retrasos socialista­s.

A la vez, en manos de la Junta está la financiaci­ón del desarrollo universita­rio de la ciudad: la nueva Facultad de Ciencias de la Educación en Valcárcel o el cambio de ubicación del Centro de Arqueologí­a Submarina; a la vez que un cambio de gobierno supondrá un cambio al frente de la Autoridad Portuaria, que tiene entre manos una de las mayores operacione­s urbanístic­as y de desarrollo de la capital: el uso ciudadano de 300.000 metros cuadrados de suelo portuario.

Más allá de ello, en la relación entre las dos administra­ciones se encuentran la continuida­d del carril bici, la reactivaci­ón del Plan de Rehabilita­ción del Casco Antiguo, el futuro hotel en tiempo Libre, los usos del chalé de San Luis, las viviendas en el solar de Loreto... Muchos temas pendientes y, la gran mayoría de importanci­a para la ciudad.

En la campaña electoral el PP se ha comprometi­do a construir el Hospital

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JOAQUÍN HERNÁNDEZ KIKI Teófila y Chaves, en la firma para la construcci­ón del Hospital
 ?? JULIO GONZÁLEZ ?? El logo impuesto por la Junta para el Bicentenar­io.
JULIO GONZÁLEZ El logo impuesto por la Junta para el Bicentenar­io.
 ?? JULIO GONZÁLEZ ?? En 1999 la Junta tomó el mando de la política de vivienda en la ciudad con el Plan de Rehabilita­ción.
JULIO GONZÁLEZ En 1999 la Junta tomó el mando de la política de vivienda en la ciudad con el Plan de Rehabilita­ción.

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