El PSOE reivindica la presidencia de la Cámara por ser el más votado
El partido avisa de que va a trabajar para que no estén en la Mesa “quienes no creen en la autonomía y el Estatuto”
Quiere a uno de sus diputados gobernando el Parlamento. El PSOE-A considera que “lo razonable” es que sea un parlamentario de sus filas quien presida el Parlamento de la XI Legislatura por ser el partido que “más votos ha sacado y más diputados” tiene en la Cámara tras las elecciones del pasado domingo. Además, aboga por impedir que en la Mesa de dicha institución se sitúen “quienes no creen en las instituciones”, en clara alusión a Vox.
Fue el portavoz socialista durante la anterior legislatura, Mario Jiménez, quien puso ayer voz a esta reivindicación de su partido, porque “ha ganado las elecciones con más de un millón de votos, y lo razonable es que el partido que más votos ha sacado y más diputados tiene presida la Cámara andaluza”. El PSOE, aseguró Jiménez, mantendrá una “postura estrictamente democrática”, partiendo de la base de que “ha ganado las elecciones con más de un millón de votos, y lo razonable es que el partido que más votos ha sacado y más diputados tiene presida la Cámara andaluza”.
En este sentido, el portavoz socialista puso mucho énfasis para avisar de que su partido va a “trabajar con la orientación de que no estén en la Mesa de la Cámara quienes no creen en la autonomía y en nuestro Estatuto. Creemos que es posible hacerlo, y que todos los partidos constitucionalistas formemos parte de la Mesa preservando ese espacio tan importante en el funcionamiento de nuestra autonomía de quienes no creen en ella”.
En cuanto a las negociaciones que mantendrán PP y Cs de cara a la conformación del próximo Ejecutivo, el portavoz socialista indicó que de los populares “no espera nada” porque dicho partido “tiene sus orígenes en el franquismo”, pero agregó que le cuesta “mucho trabajo pensar” que Cs, que teóricamente venía a “fundar una derecha moderada, liberal y europeísta”, ahora “vaya a entregarse a la ultraderecha”, en alusión a Vox.
En esa línea, Jiménez advirtió de que el presidente de Cs, Albert Rivera, que venía a renovar el centroderecha en España, se puede terminar convirtiendo en quien “abra la puerta a la ultraderecha en las instituciones españolas después de 40 años”, No obstante, el dirigente socialisa dejó entrever que “va a haber un proceso de reflexión que espero que concluya en favor de la democracia”.
Sobre la pérdida de votos en la izquierda, subrayó que “no se puede hacer una lectura sencilla de lo que ha ocurrido”, aunque apuntó que “ha habido una parte de la ciudadanía que ha sentido el deterioro” que se ha experimentado en los servicios públicos tras “la crisis económica y en qué medida las políticas de austeridad de la derecha han perjudicado” los mismos. Y eso “a pesar de los esfuerzos del Gobierno andaluz”, según apostilló el Jiménez, para quien “está claro que tendríamos que haber ido más rápidos a pesar de los pocos recursos con los que hemos podido tener en esa dirección, o haberlo explicado mejor”, y todo eso “ha afectado al electorado de izquierda”.
en el ámbito de la derecha y la ultraderecha de una “hidra de tres cabezas con una inspiración” del ex presidente del Gobierno y del PP José María Aznar “en las tres”. A juicio de Maíllo, “los tres dirigentes” de PP, Cs y Vox –Pablo Casado, Albert Rivera y Santiago Abascal– “son admiradores de Aznar, y éste tiene un papel muy importante en pergeñar el pacto que se está desarrollando en Andalucía” con un planteamiento “muy centralista”, como a su juicio se evidencia en el hecho de que “las negociaciones se estén llevando a cabo desde Madrid” pese a ser para conformar el Ejecutivo andaluz.
Maíllo advirtió de que, con la derecha, viene un “discurso” de “desmantelamiento de servicios públicos”, privatizaciones y “bajada de impuestos a los ricos, con lo que supone eso de deterioro de la aportación a las arcas publicas para el mantenimiento de políticas sociales”.