José Lodeiro, periodista, profesor, amigo
Ayer murió Lodeiro; José Higinio Lodeiro Alfaya para los que compartimos con él aula y licenciatura en aquellos inicios de la Facultad de Ciencias de la Información de la Universidad Complutense, la de la tercera promoción; Pepe Lodeiro para los que además tuvimos la suerte de ser compañeros en la aventura de poner en marcha, con el entusiasmo incansable de todos los novatos, un periódico de este grupo, el Diario de Jerez, en verdad el medio que inició la conversión del embrionario Diario de Cádiz en todo un grupo referente de la Prensa española.
Ahí estuvo el gallego orondo que siempre fue (o siempre lo recuerdo así) Pepe, como durante mucho tiempo después estuvo al cargo del Gabinete de Prensa del Ayuntamiento de Cádiz en tiempos del alcalde socialista Carlos Díaz, en años en los que tal vez todavía un gabinete de Ayuntamiento era un órgano pensado y ejercido para comunicarse con los periodistas. Digamos que sin un partidismo tan marcado, si se permite el rasgo de sinceridad.
Tenía 63 años, es decir, que tenemos todo el derecho a gritar que se fue demasiado pronto, pese a que su cuerpo había sido castigado en los últimos años con demasiados latigazos de infortunio en su salud. En los ambientes periodísticos gaditanos estuvo en todos los sectores, desde las corresponsalías hasta la dirección, y en varios de ellos tuve la fortuna de compartir y repartir horas (siempre demasiadas), discusiones, comidas y cenas bien regadas cuando las jornadas empalmaban unas con otras.
Cuando comenzamos en Diario de Jerez, los hogares eran compartidos, no había más ni mejor remedio. Pepe era el amigo excesivo, expansivo y sin pelos en la lengua que se labraba la fortuna de seducir con la misma pasión con la que se despreocupaba de quedar bien. La Asociación de la Prensa de Cádiz emitió ayer tarde un testimonio de pesar por la pérdida de Pepe, que era el socio número cuatro de tan centenaria institución, y de la que fue secretario durante muchos años. Suyo fue buena parte del mérito del renacimiento de una Asociación que él contribuyó a modernizar en años decisivos. Por eso, el sentido mensaje de condolencia de la APC a sus seres queridos, que eran algunos más que sus familiares directos. Y entre ellos habría que incluir a muchos de sus alumnos, a los que enfocó una vocación tardía por la docencia, durante su última etapa profesional en la provincia de Málaga. Una etapa que, lo contaba siempre, le llenaba de satisfacciones profesionales y personales.
Antes de eso, Pepe tuvo tiempo de ilusionarse y de desencantarse también en la extinta Hoja del Lunes, como delegado territorial de la RTVA en Cádiz, como director de Onda Luz, y asesor de comunicación en entidades públicas y privadas. Hoy, a las siete de la tarde, en el tanatorio de Servisa de Cádiz, habrá una despedida civil (ni pensar en una religiosa) para Pepe. Descanse en paz.