Solidaridad selectiva
La semana pasada, paseando por la calle Columela, observé a una mujer que subida a una escalera borraba con dificultad una pintada en la puerta de un comercio. Sólo le quedaba por eliminar la palabra solidaridad. El hecho no es infrecuente y me marché del lugar, afianzando en mi pensamiento, la mala opinión que tengo de estos presuntos artistas. Más tarde leí en el Diario que el día anterior Cádiz vivió una jornada de vandalismo y violencia porque, al parecer, los resultados de las últimas elecciones andaluzas no gustaron a un sector de la población caracterizado por su pensamiento totalitario. Cometen el grave error de pensar que ellos tienen el monopolio de la violencia y, además, ignoran que a cualquier movimiento revolucionario siempre se le opone otro contrarrevolucionario que, en definitiva, constituye una revolución de distinto signo. Ambos procesos son nocivos para nuestros intereses nacionales.
Volviendo a la pintada, su autor apela a la solidaridad y, probablemente, sea una persona que se considera solidaria con muchas causas nobles. En mecánica, solidario se aplica a elementos unidos rígidamente lo que significa interdependencia; ordinariamente y, referido a las personas, la interdependencia indica comunidad de intereses. Seguramente, el autor de la pintada que comento, pretendía mostrar su solidaridad con los trabajadores y cabe preguntarse: ¿también con la mujer que con gran esfuerzo trataba de limpiar la fachada del comercio donde se gana la vida? Roque Gómez Jaén (Puerto Real)