La Policía libera en Huelva a una joven vendida por sus padres por 8.000 euros
Los progenitores ingresan en prisión después de demostrarse una simulación de secuestro y que fue forzada a casarse
La operación Fisura de la Policía Nacional de Huelva finalizó con la liberación de una niña de 16 años embarazada que había sido vendida por sus padres en Rumanía –por 8.000 euros– a una familia rumana residente en Almonte para que se casara con un varón del clan.
Cinco personas resultaron arrestadas como consecuencias de los hechos: el padre de la chica –en Rumanía y con la colaboración de la Policía de aquel país–; la madre, en Huelva; y el marido forzoso, la suegra y el cuñado, en Almonte.
El juzgado de Instrucción de La Palma del Condado encargado del caso dejó en libertad con cargos al marido, a la suegra y el cuñado por un delito de trata de seres humanos a través de matrimonios forzados –y de abusos sexuales en el caso del marido–. La autoridad judicial, en cambio, envió a prisión a la madre de la adolescente, quien se había desplazado a tierras onubenses “con la intención de volverla a vender”, según precisan las fuentes del caso consultadas por este periódico.
El caso comenzó cuando los padres de la cría denunciaron el pasado agosto ante las autoridades rumanas el secuestro de su hija. Relataron que cuatro individuos asaltaron en la calle a la menor, la introdujeron a la fuerza en un coche y la trasladaron a España. En esa delación, manifestaron que habían intentado contactar con la chiquilla sin éxito y que fue ella quien los llamó desde España, ya casada con un varón rumano al que desconocían.
La menor, según la denuncia primigenia, les pidió dinero para poder volver a casa y comprar ropa, ya que aseguraba no tener con qué vestirse, añadiendo que era víctima de palizas y estaba siendo obligada a prostituirse en clubes de alterne de Almonte.
Los padres también afirmaban en su denuncia que aprovecharon un viaje a España de su sobrina para hacerle llegar a su hija ropa y 150 euros. Semanas después, la madre de la menor aseguró haber recibido otra llamada de su hija solicitándole de 350 euros. Al parecer había escapado de sus captores, pero desconocía su paradero. Cuando el padre comunicó al marido de la menor su intención de viajar a España para rescatar a su hija, éste presuntamente lo amenazó de muerte.
El contenido de la denuncia hizo pensar a la Policía española en que se trataba de un asunto de “explotación sexual”. Pero la investigación dio un giro hasta constatar que los padres habían vendido a su hija en un matrimonio forzoso por 8.000 euros.
La legalidad de la estancia de la víctima ha sido comprobada, así como los pagos recibidos por la madre de la menor, quien llegó a confesar que su intención era recuperar a su hija para volverla a vender a otro ciudadano rumano más adinerado que el residente en Almonte. Para la detención de los padres se solicitaron sendas órdenes europeas de detención y entrega por simulación de delito y por trata de seres humanos para forzar un matrimonio.