Francia se desespera en busca del yihadista que atacó Estrasburgo
que respondieron y le hirieron en un brazo. Pero el presunto terrorista logró escapar y tomó un taxi, a quien pidió que le condujera al barrio de Neudorf, donde reside, sin especificar una dirección correcta.
En el camino, señaló el fiscal, el sospechoso, que iba dirigiendo al taxista, le confesó haber disparado y haber matado “a 10 personas”, al tiempo que justificó su acto. También reveló al taxista que la Policía había registrado esa misma mañana su domicilio y que había hallado en él una granada, lo que permitió a los investigadores identificarlo rápidamente.
Tras apearse, se cruzó con varios agentes, con quienes intercambió un tiroteo y logró escapar. El terrorista ha sido condenado 27 veces por delitos de delincuencia común y ha pasado dos veces por cárceles francesas, además de otras en Suiza y en Alemania, que lo expulsó en 2017 a Francia. Desde muy joven comenzó a delinquir y ya adolescente se convirtió en un habitual de las comisarías, según un policía, que describe una trayectoria común entre jóvenes originarios de barrios desfavorecidos de las afueras de Estrasburgo.
Aunque no era “un detenido modélico”, la fuente sindical citada por la emisora France Info asegura que tampoco era de los más violentos. El hecho de que ya estuviese fichado ha servido a dirigentes de la oposición para criticar la lucha antiterrorista del Gobierno. La líder de la ultraderecha, Marine Le Pen, reiteró su petición para que los extranjeros con ficha “S” sean expulsados de Francia. Frente a ello, el portavoz del Ejecutivo, Benjamin Griveaux, instó a la oposición a llamar a la calma y a la contención por el “momento político” que vive el país, no sólo tras el atentado en el mercado navideño en Estrasburgo, sino por las protestas de los chalecos amarillos de las últimas semanas.