Un infierno en el camino
Un libro revela abusos sexuales, robos y vejaciones para los jóvenes en el Independiente argentino
Abusos sexuales, robos, desarraigo, adicciones, pobreza, hambre, frío y hacinamiento son sólo algunas de las muchas cosas que sufrieron en los últimos 20 años los chicos que vivieron en la pensión del club de fútbol Independiente y que salieron a la luz gracias a un libro recientemente publicado en Argentina.
Francisco Panqui Molina y su hermano Pedro Molina, periodistas e hinchas de Independiente, uno de los equipos más importantes del país, retrataron en Alerta Rojo. ¿A quién le importan las inferiores? lo que vivieron y sufrieron las promesas de las categorías más jóvenes de ese club bonaerense.
Pese al crudo relato, los autores aseguraron que las “condiciones de vida” de estos chicos “mejoraron” y dejaron de ser “inhumanas” hace unos pocos años.
Independiente, máximo ganador de la historia en la Copa Libertadores de América, con siete títulos, tuvo sólo dos ventas importantes en los últimos 15 años: las de Sergio Agüero y Ezequiel Barco. “Son dos oasis en medio del desierto. Es difícil de explicar, cada tanto aparecen chicos que por sus muy buenas características o incluso por su fortaleza mental son capaces de sobreponerse a esas situaciones”, dijo Pedro Molina.
En el libro hay testimonios desgarradores de quienes vivieron o trabajaron en la pensión en los úl- timos 20 años. En 2012 la pensión albergaba a 82 chicos cuando la capacidad máxima era de 55. Algunos dormían en colchones en el suelo. La droga, la violencia, los robos y los barras bravas (ultras) estaban presentes o al acecho y muchos chicos ocultaban estas cosas a sus padres por temor a que los sacaran del club.
Los entrevistados para el libro hablan de condiciones “indignas”, que el lugar donde dormían estaba “devastado” y que no había seguridad ni comida suficiente, entre muchas otras cuestiones.
Gabriel Milito, Jorge Griffa y Claudio Vivas son sólo algunos de los hombres importantes del fútbol que intentaron hacer que Independiente tuviese una pensión y unas categorías inferiores acordes a su importancia. Ninguno lo logró. “Principalmente, por falta de tiempo. Había un proyecto que salía de la cabeza de Milito, los jugadores estaban muy contentos, pero no tenía el apoyo ni el respaldo institucional. Independiente soñaba con ser el Barcelona, pero lo que pasaba en Primera y en la dirigencia era totalmente diferente y adverso”, explicó Pedro Molina.
Además, en 2014 una chica, que tenía una relación con un juvenil de Independiente (ahora figura del equipo, Martín Benítez), denunció a otro juvenil, Alexis Zárate, por violarla mientras dormía junto a su novio en la casa de Zárate, donde también se encontraba otro juvenil, Nicolás Pérez.
En 2018 Zárate fue condenado a seis años y seis meses de prisión.
Sin embargo, los autores coincidieron en que fue aún más difícil investigar y escribir sobre los abusos sexuales que sufrieron varios menores y que salieron a la luz en marzo de 2018, por los que fueron apresados media docena de hombres acusados de pagar a los chicos de Independiente a cambio de relaciones sexuales.
Un juvenil contó lo ocurrido al psicólogo del club, Ariel Ruiz, quien evitó hablar con los medios pero sí lo hizo con los Molina, a quienes les explicó que “estas cosas pasaron por carencias”, tanto “sociales” como “económicas” y que “no hubo percepción de los chicos de que estaban siendo abusados”. “El abuso muchas veces se asocia a la fuerza, al dolor, pero acá fue de tipos con poder ante chicos que no tienen conciencia. Hubo un engaño”, precisó.