PARTIR EL BACALAO
EL próximo 25 de febrero a las 14:30 horas se celebrará la vista oral sobre la cuestión prejudicial del IRPH en Luxemburgo por parte del Tribunal de Justicia de la Unión Europea. Ese día se parte el bacalao, según lo que decida la Gran Corte Europea de Luxemburgo.
Un millón y medio de familias españolas se la juegan ese día. Un millón y medio de familias desesperadas porque en sus hipotecas los bancos introdujeron esta cláusula, que es incluso peor que la cláusula suelo y las cantidades que salen son, por supuesto, mucho mayores. Una hipoteca de estas características implica pagar 1.500 euros más al año, con relación a otra hipoteca que solo tenga suelo. El IRPH es una forma de calcular los intereses de la hipoteca parecido al euríbor, solo que tres puntos por encima. Una verdadera ruina para usted que lo tiene en su hipoteca y un chollo para el banco que se forra a costa de usted.
Mientras, la banca intenta negociar chanchullos con las víctimas del IRPH. ¿Por qué? Porque la Comisión Europea en su Informe de Observaciones escritas al Tribunal de Justicia de la Unión Europea de 17 de septiembre de 2018, se alineó a favor de los clientes afectados por el IRPH, y eso es una buena noticia, a priori, para los afectados.
La Gran Sala tiene la última palabra. Tras la vista, el abogado general hará públicas sus conclusiones. Esta figura no tiene nada que ver con los abogados, fiscales o abogados del Estado en España.
Es una figura única especial en el Tribunal de Justicia Europea y su función es aportar a los jueces su opinión con total imparcialidad e independencia.
Ahora bien, su dictamen no es vinculante al Tribunal de Justicia de la Unión Europea. De hecho, estadísticamente en el 67% de las sentencias los magistrados del TJSUE siguen los dictámenes de los abogados generales y en el 23% se apartan.
Así ocurrió, no sé si ustedes se acuerdan, con la sentencia de la retroactividad de la cláusula suelo, que pese al criterio contrario del abogado general, el TJUE se apartó y declaró la total retroactividad de la cláusula suelo. Si Europa finalmente corrige al Tribunal Supremo español y nos da la razón a los especialistas en derecho bancario, el varapalo para la banca se estima en 8.000 millones lo que tendría que devolver.
¡Ahí es nada!