“Pues Señor, esto era una vez...”
Marisol Dorao recibe un homenaje póstumo en Filosofía y Letras donde se resalta que fue “una mujer adelantada a su tiempo” y el rector afirma que fue una visionaria de la universidad social
“Pues Señor esto era una vez...” una mujer “singular” que este miércoles ha recibido un homenaje por parte de aquellos que fueron un día sus alumnos, compañeros profesores, familiares y, en general, de toda la Universidad.
En una esquina del Aula Magna de la Facultad de Filosofía y Letras había una mesa donde estaba presente de manera simbólica Marisol Dorao, fallecida el 27 de diciembre de 2017, con algunos de los objetos que la acompañaron en vida. Las naranjas que representaba a las que recogía de los árboles de la antigua Filosofía y Letras y con la que hacía una deliciosa mermelada de naranja amarga, bautizada como Mermelada Marisol; la biografía de la escritora Elena Fortún que tanto investigó durante su labor docente; y los cuentos infantiles, género que introdujo como objeto de investigación con una escritora de cabecera, Edith Nesbit. Esto último tenía su reflejo en un libro editado por sus hijos de cuentos originales de Nesbit y que fueron traducidos por Marisol Dorao. Estos relatos son los que contaba a sus hijos en una escena que siguen recordando con mucho cariño.
En los discursos estaba su retrato, el perfil de una mujer adelantada a su tiempo, “muy especial” en palabras de Belén González Dorao, su hija , “nació antes de su época” y un ejemplo de feminismo en todas las esferas de su vida en una época en la que todo era más difícil para las mujeres.
Era alguien capaz de hacer un examen en la cafetería de la Facultad y que de vez en cuando daba sus clases en el cercano Parque Genovés o en La Caleta. Una profesora donde los alumnos “eran su prioridad” y donde era frecuente verlos en su casa, una situación que sus propios hijos fueron acostumbrándose con el tiempo.
Era la que siempre aparecía en las fotos rodeada de libros y que muchos recuerdan montada en bici y con su perro, el que también correteaba por la facultad, como se encargó de recordar el actual decano, Jacinto Espinosa.
“Era una mujer singular en el sentido de heterodoxa y extraordinaria. Fomentaba la iniciativa y la autonomía”. El entonces alumno Rafael Galán y hoy profesor asegura que “en mí hay una huella de lo que ella me enseñó”.
Con una Universidad de Cádiz que cumple este año 40 años, el rector Eduardo González Mazo se ha encargado de recordar “la implicación y lo activa que fue” para la creación de la UCA y ha añadido que ha sido una “una visionaria de la universidad social que ahora mismo estamos intentado hacer, es decir, salir de las aulas y llevar la ciencia a la calle”.
El rector ensalzó que se haga esta jornada de homenaje “en el ámbito de humanidad de esta Universidad que no olvida a sus personas”.
Tras la presentación, la jornada tenía previsto continuar con la conferencia de Nuria Capdevila Argüelles, de la Universidad de Exeter, bajo el título ‘Marisol Dorao y nuestra memoria; posteriormente habrá otra de María Jesús Fraga, de la Universidad Complutense, titulada ‘Vidas paralelas: el impulso biográfico de Marisol Dorao’; por último, se acaba con la mesa redonda ‘Marisol Dorao entre la UCA y Buenos Aires’, en la que intervienen Carmen Noya, Rafael Galán y María José Pérez Dorao y con la moderación de María García Doncel.
Licenciada en Filología Moderna, doctora en Filología Anglogermánica fue profesora titular de Literatura Norteamericana en la Universidad de Cádiz hasta 1998. Previamente, en 1972 fue catedrática interina en la Escuela Universitaria del Profesorado de EGB de Cádiz y en 1974, profesora adjunta del Colegio Universitario de Cádiz. Ya en 1982, entra como profesora encargada de Curso en la Facultad de Filosofía y Letras de la UCA. Ha publicado ocho libros, más de medio centenar de artículos y comunicaciones, así como ha organizado y participado en numerosos congresos y jornadas nacionales e internacionales a lo largo de 30 años de actividad universitaria.