Un matrimonio denuncia el impago del alquiler de una inquilina
Lleva cuatro meses intentando cobrar el arrendamiento de un chalet en Los Gallos y se siente desprotegido por la Justicia
Josefa y Antonio ya no saben qué hacer. Por eso han recurrido a este periódico para denunciar de manera pública el calvario que están atravesan do desde que alquilaron su chalet situado en la urbanización de Los Gallos, en concreto en la calle Malvasía.
Josefa lamenta aquel día de septiembre cuando le llamaron desde la inmobiliaria para decirle que ya había una persona dispuesta a alquilar su vivienda de unos 500 metros cuadrados y con piscina incluida.
La afectada junto a su marido aceptaron encantados arrendar su chalet a través de una inmobiliaria y, a cambio, se marcharían a vivir a un pequeño piso de Cádiz también en régimen de alquiler.
La idea era que con el dinero del alquiler de la casa de Chiclana se costearía a su vez el arrendamiento de la vivienda de la capital gaditana. Pero el gozo en un pozo, porque la inquilina ocupó el chalet junto a dos hijos, uno de ellos menor de edad, y tan sólo pagó la fianza del primer mes, dinero que se quedó la inmobiliaria, y los días restantes hasta finalizar la mensualidad.
Así, Josefa lleva esperando desde el mes de octubre a que le paguen el alquiler, así como otros gastos del que también se hace cargo como las tasas del agua, la luz o la basura, ya que la inquilina no se hace cargo de ninguno de estas cuotas.
Desde que se arrendó la casa, Josefa y Antonio han tratado de hablar con arrendataria, pero ni siquiera responde a las llamadas ni a los mensajes por wasap. Han recurrido a un abogado y han interpuesto una denuncia en el Juzgado de Primera Instancia de Chiclana con el objetivo de que la inquilina abandone su vivienda. Sin embargo, el letrado ya ha advertido al matrimonio que la cosa va para largo hasta que se celebre un juicio y se ordene el desalojo de la vivienda. Ni siquiera se sabe la fecha de la vista judicial.
Antonio es pensionista y es el único sueldo con el que vive el matrimonio afectado. Esta falta de liquidez agrava la problemática, ya que Josefa asegura que no dispone
“Mientras yo me privo de muchas cosas, la que no paga hace barbacoas en mi casa”
de apenas dinero para pagar el piso de alquiler de Cádiz y que se ve con grandes dificultades para llegar a fin de mes.
“Me siento impotente, porque la Justicia va muy lenta. La inquilina que no paga tiene todos los derechos y yo ninguno. No es justo porque mientras yo me voy privando de muchas cosas, ella hace barbacoas y disfruta de mi chalet”, dice apenada Josefa. Para colmo de males, el matrimonio siente miedo porque ya se ha producido un brusco intercambio de palabras a través de un único mensaje por wasap.
Josefa y Antonio aseguran que la vivienda, en la que convivieron durante casi 20 años, fue alquilada en perfectas condiciones de habitabilidad y que hasta incluso habían invertido en mejoras de mantenimiento de la casa antes de ser alquilada. Ahora temen, o más bien afirman, que cuando llegue el día en que se produzca el ansiado desalojo se encontraran con una vivienda con graves desperfectos. “Por allí entran y salen de manera constante mucha gente”, apostilla la afectada.
La intención del matrimonio es la de vender la casa de Chiclana e incluso tienen pendientes a varios compradores “pero ya están hartos de esperar por culpa de lo que está pasando”, añade. Josefa señala que vive una pesadilla que parece no tener fin y que su chalet está ‘secuestrado’ y en el que “ni siquiera me dejan entrar para recoger recuerdos personales de mi madre o mi abuela, algo de gran valor sentimental para mí”.