El poder en Andalucía rearma al PP nacional
● El presidente andaluz, Juanma Moreno, fue el gran ausente ● Rajoy reaparece ante la militancia popular
El poder es el mejor rearme ideológico para un partido que en siete meses ha sido desalojado de la presidencia del Gobierno y que ve cómo sufre una sangría de votantes por sus dos flancos, por más que el nuevo líder apele a recuperar sin complejos las esencias. Y Andalucía es ahora mismo un bálsamo para calmar ansiedades, pese a que también pueda significar un aviso de lo que puede estar por venir en próximas citas electorales: una derecha fragmentada y un PP acosado con el riesgo de perder el liderazgo de los conservadores.
El presidente andaluz, Juanma Moreno, fue el gran ausente en el estreno ayer de la convención de su partido en Madrid, bautizada como España en libertad. El flamante mandatario, al final, decidió no subir al AVE para compartir trayecto hasta la capital con Pablo Casado, Mariano Rajoy o Ana Pastor, entre otros, y optó por pasar con la familia su primer día al frente del Palacio de San Telmo, según fuentes de su entorno. Hoy sábado recogerá los vítores de los casi 3.000 asistentes aunque los méritos de su ascenso tienen un nombre propio: el de Pablo Casado. “Lo primero que ha hecho ha sido reconquistar a Andalucía”, le atribuyó directamente al líder el secretario general de la formación Teodoro García Egea. El número 2 del PP aconsejó a la izquierda que conserve las pancartas con las que utilizó recientemente para protestar ante el Parlamento andaluz por la llegada del nuevo Ejecutivo porque, en su opinión, pronto las necesitará para hacer lo propio ante el Congreso de los diputados cuando Sánchez convoque elecciones.
La cita en la búsqueda de las esencias contó con la reaparición de Mariano Rajoy. Que desde luego no las ha perdido, como demostró al enumerar todo tipo de datos estadísticos que tanto utilizaba durante su etapa al frente del Gobierno. Rajoy, en una entrevista sui géneris con la presidenta del Congreso, Ana Pastor, le contestó que se siente “estupendamente” desde que está alejado del primer plano político, defendió la necesidad de garantizar el Estado de bienestar sin aumentar el déficit. Y se refirió a un asunto que en este encuentro se sortea, como es la inmigración. En ese sentido advirtió de los riesgos de que ésta se produzca de forma incontrolada.
Antes, el coordinador de la Convención, Alberto Núñez Feijóo, quiso dejar claro que el PP no necesita una refundación. El encuentro se ha fijado para recordar que ahora se cumplen 30 años del nacimiento de este partido tras el paso atrás del PP. El también presidente gallego se dedicó a reivindicar el pasado de su partido en relación con los acontecimientos más destacados de la historia reciente de España y a defender el legado de los líderes de su formación.
Más de cien personas intervendrán en estos tres días en los que el partido ha modernizado su himno y suavizado el ala del charrán para trasmutarlo en un corazón, abrazado por la bandera de España. Una muy grande estuvo ondeando durante todo el tiempo como telón de fondo de todos los ponentes. Desde Adolfo Suárez, presidente de la fundación Concordia y Libertad, al candidato a presidente de la Comisión Europea, Manfred Weber. Su discurso incluía la felicitación al ausente Juanma Moreno. Pero también hubo lugar para el estupor. Jaume Vives, portavoz de la plataforma cívica Tabarnia llegó a trasladar a la audiencia una petición para que se afiliaran a Vox. En ese momento se debatía sobre el futuro de Cataluña.
Núñez Feijóo rechaza que el partido precise una refundación y defiende su legado