HABEMUS CAMBIO

EL nuevo presidente de la Junta de Andalucía ya ha tomado posesión. Desde ayer, habemus cambio. También afecta a la provincia de Cádiz, que como las otras siete de nuestra comunidad autónoma se considera marginada por la Junta. Sin embargo, desde el momento de la jura, ya nada es como era, sino que los cargos y responsabilidades van a cambiar. Ya comenté algunas de las cuestiones más pintorescas que se van a encontrar, como el marrón del hospital de Puntales que le toca al PP y el marrón de la Ciudad de la Justicia que le toca a Ciudadanos. El partido naranja también administrará el turismo, que está de moda. Y el responsable será el sanluqueño Juan Marín, que pronto tendrá el derecho a decidir en los chiringuitos de playa.

El primer discurso de Juan Manuel Moreno Bonilla, en la toma de posesión, estuvo salpicado de momentos emotivos, especialmente el del recuerdo a su padre, que no era un rico de las multinacionales, sino un emigrante andaluz. Por eso Juanma nació en Barcelona, porque su familia había emigrado. Lo mismo que Kichi nació en Rotterdam porque su familia había emigrado. Ya tienen algo en común para charlar el presidente de la Junta y el alcalde de Cádiz.

Los discursos de toma de posesión son como los pregones, salvando las distancias, porque se intenta decir cosas bonitas (aunque ayer sin necesidad de ripios), y no son como los discursos parlamentarios, cuando se arrean y se ponen vestidos de limpio de palabra. Por el contrario, en las tomas de posesión se visten de limpio los que se tienen que vestir; es decir los que se acicalan, como pasa en los pregones. Allí no hace falta disfrazarse de pordiosero o pordiosera para parecer más de izquierda.

En estos discursos siempre se dice lo que gusta oír. Fue significativo que el nuevo presidente de la Junta incluyera un recuerdo al trabajo de sus compañeros Javier Arenas y Teófila Martínez, a los que expresamente citó. Arenas es el padre del PP andaluz y nunca gobernó como presidente de la Junta, pero consolidó a su partido, junto a Antonio Sanz, en momentos difíciles para ellos. En cuanto a Teófila jamás se le han reconocido sus años de oposición a Chaves, que la obligaron a un esfuerzo y a sufrir venganzas, pero no contra ella, sino contra Cádiz, ciudad de la que era alcaldesa.

Precisamente Manuel Chaves, que es un político de verdad (gustara o no su gestión), asistió al acto de ayer, como Rodríguez de la Borbolla, otro expresidente socialista de la Junta. Un bonito ejemplo para los compañeros que no saben perder y rodean los parlamentos, tras viajar en autobuses gratis. Ahora empieza otro tiempo.

Fue significativo que el nuevo presidente de la Junta recordara a Javier Arenas y Teófila Martínez