Podemos e IU no coinciden en Andalucía
● Teresa Rodríguez e Inmaculada Nieto dejan constancia de visiones muy diferentes sobre su relación actual y futura con el PSOE
Adelante Andalucía es la confluencia con la que IU y Podemos se presentaron a las últimas elecciones andaluzas, pero los actuales socios no se ponen de acuerdo ni en el probable Gobierno de coalición entre Pedro Sánchez y Pablo Iglesias ni en las responsabilidades políticas que Susana Díaz tendría que asumir por la sentencia del caso de los ERE. Tampoco se pusieron de acuerdo en la fórmula para presentarse a las elecciones generales del 10-N, aunque entonces no se hizo público el desecuentro de una forma evidente. Ayer, las diferencias entre Teresa Rodríguez, líder de Podemos en Andalucía, e Inmaculada Nieto, responsable de Política Institucional de IU, quedaron muy claras.
Ambas comparten asiento en el Pleno del Parlamento, puesto que Nieto heredó el escaño de Antonio Maíllo cuando el ex mandatario izquierdista abandonó la política activa. Se turnan en las preguntas al presidente de la Junta en la sesión de control y la dirigente de IU comparte también con Ángela Aguilera, lugarteniente de Rodríguez, la portavocía del grupo parlamentario. Las diferencias en las formas han sido siempre más que evidentes, pero ayer, también las del fondo. Nieto desvinculó la sentencia de los
ERE y el preacuerdo que han firmado el PSOE y Unidas Podemos para poner en marcha una coalición en el Ejecutivo central. Sobre el papel de Susana Díaz tras la condena de sus antecesores y la posibilidad de que dé un paso atrás, Nieto dijo que es algo que “incumbe al PSOE”. “No vamos a pedir cabezas porque no nos compete”, dijo la dirigente gaditana en su comparecencia en el Parlamento. Muy poco antes Teresa Rodríguez había sugerido, en una entrevista en RNE, que la líder socialista debe marcharse “por decencia”.
Nieto reconoció que “no hay sintonía” con sus socios de confluencia en estos dos asuntos. “Sánchez, ni en lo cronológico ni en lo político ni en lo geográfico, puede resultar vinculado al caso de los ERE”, indicó la dirigente de IU, que es la única del grupo de izquierdas que sobrevive de los tiempos del cogobierno entre socialistas e izquierdistas presidido, primero, por José Antonio Griñán y, después, por Susana Díaz. Lo llamativo es que Teresa Rodríguez, cada vez que explica por qué desconfía del PSOE, alude a aquel acuerdo que impidió a Javier Arenas llevar a cabo lo que, seis años después, ha logrado Juanma Moreno.
Rodríguez ya dejó claro –a través de Twitter– su problemática con el acuerdo con los socialistas. Ayer, en RNE, recordó que su propuesta siempre ha sido un acuerdo de legislatura, si bien cuando se celebró ese debate en Podemos “nos quedamos en franca minoría y no pasa nada, son legítima ambas posiciones; ahora solo se puede esperar y valorar cuando ocurran las cosas”. Reconoció, incluso, que no tiene claro si participará en la consulta organizada por la formación morada para preguntar a sus bases por la alianza. Mientras tanto, aseguró ayer, “cruza los dedos” para estar equivocada en sus “recelos”, si bien cree que su responsabilidad es “poner sobre la mesa los riesgos que tiene la operación, que para nosotros son evidentes”.
En el hecho de que hay riesgos sí están de acuerdo los socios de confluencia, que desprendían mucha más sintonía a finales de la pasada legislatura que en los diez meses que suma ya ésta. Para defender el futuro del pacto, Inmaculada Nieto recordó que Pedro Sánchez ganó las primarias a Susana Díaz “porque la militancia del PSOE lo identificó con un perfil de regeneración”. La portavoz de Adelante Andalucía retomó una tesis clásica entre las filas de IU, la que defiende que la alianza de su partido con el PSOE favorece que los socialistas pongan en marcha políticas que miran a su izquierda. Según su previsión, la participación de Unidas Podemos en el Gobierno de Sánchez puede contribuir a que el líder socialista “no caiga en tentaciones que le son tan conocidas y familiares”, dijo en referencia a las prácticas corruptas condenadas en la pieza política del caso de los ERE.
Teresa Rodríguez es una de las líderes de Anticapitalistas, la facción de Podemos que es contraria a la alianza de Gobierno con los socialistas. Desde esa posición ha mantenido varios pulsos con Pablo Iglesias, aunque también ha buscado su apoyo en otros momentos. Sin embargo, en los últimos años ha habido más desencuentros que encuentros, con la polémica del chalet de Galapagar como punto álgido. Del otro lado, tanto Inmaculada Nieto como Alberto Garzón, líder federal de IU, fueron ya partidarios en la pasada legislatura del acuerdo de Gobierno con los socialistas.
Topni Valero, el líder andaluz de la federación de izquierdas, es uno de los grandes apoyos de Garzón, quien ha defendido la posibilidad de pactar con el PSOE desde hace meses.
“El PSOE-A no tiene legitimidad para presentarse como alternativa de gobierno a las derechas en Andalucía”, dijo Nieto ayer, aunque luego matizó la frase. No obstante, la dirigente de IU y Adelante reivindicó ayer la confluencia andaluza, a la que considera “capaz de construir una alternativa de gobierno en Andalucía, alejado de esas prácticas que han caracterizado una forma de hacer política del PP y PSOE trufada de corrupción y de excesos”.
Nieto es la única superviviente de IU de los tiempos del cogobierno con el PSOE