Pekín se planta ante la ley estadounidense que apoya las protestas en Hong Kong
Pekín dio ayer un golpe en la mesa y amenazó con represalias a la aprobación, por parte del Senado de EEUU, de un proyecto de ley que daría poderes al Gobierno de Donald Trump para sancionar a funcionarios chinos que considere responsables de la represión de las protestas en Hong Kong. El proyecto es similar a uno aprobado a mediados de octubre por la Cámara de Representantes estadounidense, por lo que ambas cámaras deberán ponerse ahora de acuerdo en una única versión, que Trump aún no ha dicho si suscribirá o no.
El Gobierno chino –a través de siete organismos oficiales– reaccionó ayer enfurecido a esta iniciativa, que, según el portavoz de la Cancillería, Geng Shuang, “obvia los hechos, emplea un doble rasero e interfiere descaradamente en los asuntos internos de China”.
En otro comunicado, Exteriores indicó que ha convocado al ministro consejero de Asuntos
Políticos de la embajada estadounidense en China, William Klein, para presentar una queja formal y una protesta enérgica. Asimismo, China amenazó ayer con “fuertes represalias” con consecuencias para EEUU si Trump finalmente saca la ley adelante.
La legislación requeriría que Washington evaluara si los acontecimientos en Hong Kong ameritan un cambio en el estatus de preferencia comercial de que goza y contemplaría sanciones contra funcionarios chinos responsables de violaciones de derechos humanos como detenciones arbitrarias, torturas, confesiones forzadas o entregas extrajudiciales.
Pero según la lectura de Pekín, “la situación actual de Hong Kong no tiene nada que ver con los derechos humanos o la democracia”. “La cuestión es acabar de una vez con la violencia, restaurar el orden y garantizar el imperio de la ley en Hong Kong”, dijo Geng.