Veedor: Una historia interminable
Aludir a la obra de Ende es parte de un recurso irónico, que no literario, a una historia auténticamente interminable que nuestro Ayuntamiento se ha empeñado en poner en actualidad respecto a las continuas acciones sobre esta noble y hermosa calle de nuestra ciudad. Todo comenzó a finales del año pasado cuando después de tres meses de unas obras de mejora en la canalización de aguas de dicha vía y la desaparición de las barreras arquitectónicas para hacerla semipeatonal, los vecinos del barrio pudimos observar cómo todo el tráfico de la zona se canalizaba, salvo los vehículos autorizados, a través de la calle Zaragoza. Ante el caos que comportó dicha actuación pasaron a anular provisionalmente, ya que lo hicieron con un burdo tapado con bolsas de plástico, las señales verticales de prohibición que se acababan de colocar. En pocas jornadas procedieron a realizar un desnivelado paso de cebra con un badén desproporcionado que, de nuevo, incrementó la dificultad de circulación por la plaza de San Antonio con el consabido ‘cabreo’ de todos los vehículos que transitaban hacia la calle anteriormente citada. Por último se ha colocado un bolardo que impide ahora la circulación a cualquier vehículo (de cuatro ruedas ya que los de dos se saltan la prohibición) por la calle Veedor. Igualmente el badén ubicado en la plaza está siendo rebajado y remodelado después de las quejas. Durante el tiempo que duren las
obras, los vehículos rodearán la plaza por la izquierda desde la calle Buenos Aires. En fin, como indicaba en el título, “Una historia interminable” que ha conseguido: retener/atascar la circulación por la Plaza de San Antonio, anular una de las vías de salida natural de la misma, dificultar aún más si cabe el reparto de mercancías a la zona así como el servicio del taxi, por no aludir a los ‘entretenidos’ bloqueos que se producen en la intersección de las calles Zaragoza con Benjumeda donde quedan encastrados algunos vehículos semipesados.
Para no aburrir termino esta reflexión con unas palabras que el autor de la novela que da título a esta carta Michael Ende hizo sobre su obra: “Cuando nos fijamos un objetivo, el mejor medio para alcanzarlo es tomar siempre el camino opuesto”. Nuestro Ayuntamiento seguro que lo ha seguido al pie de la letra. Lorenzo Cano Fernández ● Las cartas no deben exceder de las 20 líneas y han de estar firmadas, indicando el DNI y el domicilio.