Diario de Cadiz

El retorno del Hijo de Satán

- Julia Alarcón

Vender coches de alta gama con el kilometraj­e manipulado y, en ocasiones, ni entregarlo­s y autoprocla­marse líder de una secta para apropiarse del dinero de sus adeptos. Carlos Javier Rojas rinde de nuevo cuentas ante la Audiencia Provincial de Cádiz por sus continuas estafas

Un embaucador nato con una tremenda labia para estafar. Así definen a Carlos Javier Rojas, alias el Hijo de Satán, policías y personas del ámbito jurídico que lo han tratado muy de cerca en sus constantes idas y venidas de prisión. No es extraño que califiquen así a un hombre capaz de agenciarse más de 450.000 euros, fundamenta­lmente, timando. El Hijo de Satán ha llenado sus bolsillos con dos negocios ilegales muy lucrativos: la venta de coches con kilometraj­es trucados y la captación ‘espiritual’ de víctimas a las que exigía elevadas sumas de dinero para evitar que la maldición del maligno recayese sobre ellas.

El Hijo de Satán se encuentra actualment­e entre rejas por los continuos fraudes que perpetró en el pasado. La Audiencia Provincial de Cádiz lo condenó a seis años de prisión por estafar a más de una veintena de clientes en torno a 400.000 euros con la venta de vehículos en el concesiona­rio que regentaba en San Fernando, Autos Desi.

Para hacer frente a las cuantiosas indemnizac­iones que le reclamaron los damnificad­os, Carlos Javier hizo varios bolos televisivo­s con el propósito de conseguir el dinero. Y es que el Hijo de Satán era un caramelo para las diferentes cadenas

de televisión, pues en 2010 fue detenido por otro tipo de fraude: liderar una secta satánica, despojar a sus adeptos de sus bienes y propiedade­s y apropiarse después de su dinero.

El santero tenía poco de santo, y no sólo por sus timos. Era un adicto al sexo y un hiperfrecu­entador de los clubes de alterne. Según los agentes que lo investigar­on, no tenía

ningún pudor en admitir que adoraba a Satán, que el demonio se le aparecía todos los viernes a las 12 de la noche y que le ponía una copa de whisky para brindar.

Ahora el ‘brujo’ tendrá que seguir rindiendo cuentas ante la Audiencia Provincial de Cádiz, donde está previsto que se celebre un nuevo juicio por sus tretas de siempre: estafar más de 450.000 euros con la compra-venta de turismos de alta gama con el kilometraj­e trampeado y quedarse con elevadas cantidades de dinero de personas sobre las que ejercía un gran dominio como guía espiritual. La Fiscalía solicita para él seis años de prisión. También pide cinco años y tres meses para la pareja del santero y cuatro para su socio por participar en sus tejemaneje­s.

Tal y como recoge el escrito de acusación fiscal, desde mediados de 2008 y durante el año 2009, Carlos Javier Rojas mantuvo distintos contactos con terceros, sobre los que consiguió ejercer “una gran inf luencia”, logrando así que le entregasen importante­s sumas de dinero.

Dentro de esta labor de captación llevada a cabo por el Hijo de Satán en connivenci­a con su pareja, ambos llegaron a instalar a algunas víctimas en su domicilio, ubicado en la calle Buitre de la urbanizaci­ón Los Gallos, en Chiclana. “Allí practicaba­n rituales satánicos y utilizaban a tal efecto una vestimenta específica, un altar, velas, bálsamos y tridentes. En ocasiones, incluso sacrificab­an animales”, apunta la Fiscalía.

Las exigencias de entrega de dinero por parte de los procesados, prosigue el fiscal, a menudo venían precedidas de la advertenci­a de que era el mismo Satán quien instaba dichas entregas.

Otras veces los encausados les infundían tal terror a sus víctimas “augurándol­es una enfermedad o muerte seguras, una ruptura sentimenta­l o la inminente pérdida de su empleo si no les proporcion­aban las cantidades requeridas, que éstas, en el estado de sugestión en el que se encontraba­n, acataban las instruccio­nes recibidas”.

Una vez que estas personas se instalaban en la vivienda de Los Gallos, la pareja les hostigaba a permanecer en la misma “haciéndole­s saber que, de lo contrario, el trabajo espiritual no se iba a poder terminar”. Así, M., una de las estafadas, vendió su vivienda, se mudó a la residencia del Hijo de Satán y le entregó de forma gradual el beneficio total de la venta, unos 60.000 euros.

Del mismo modo, E. y su novio A. se instalaron en la casa de Carlos Javier tras las navidades de 2008 y permanecie­ron allí hasta mayo de 2009. Durante dicho periodo de tiempo, E. le dio al procesado, primero 5.000 euros procedente­s de un préstamo, después 500 euros que extrajo de un cajero y finalmente otros 2.000 euros obtenidos tras la venta de un vehículo respecto del que el acusado le aseguraba que “tenía un muerto en el interior y que la iba a matar”. Por su parte, A. adquirió en una joyería una platina de oro por importe de 1.500 euros y se la ‘regaló’ al Hijo de Satán, quien le persuadió de la necesidad de hacer una ofrenda a Satán. Además, A. sacó 12.000 euros de las cuentas bancarias de su padre y de su tía y ‘donó’ ese dinero al santero.

Por último, M., otra víctima, contactó con el Hijo de Satán tras perder su trabajo en mayo de 2008. En diciembre de ese mismo año, el encausado le comunicó que su hijo mayor tenía problemas con las drogas y que sobre él pesaba un riesgo inminente que le llevaría a morir en un accidente de tráfico, de forma que para evitar que tales prediccion­es se materializ­asen, le exigió vender su casa de Lepe y otra vivienda de su propiedad ubicada en Cartaya. Así, el Hijo de Satán se embolsó, según el fiscal, 239.000 euros.

Una afectada vendió sus dos casas para darle 239.000 euros al Hijo de Satán, según el fiscal

 ?? LOURDES DE VICENTE ?? Carlos Javier Rojas, más conocido como el Hijo de Satán, trasladado desde prisión para ir a juicio en 2012.
LOURDES DE VICENTE Carlos Javier Rojas, más conocido como el Hijo de Satán, trasladado desde prisión para ir a juicio en 2012.

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