Miles de personas reciben con protestas al nuevo presidente argelino
Tebboun, primer ministro con Bouteflika, arrasa en unas elecciones con una abstención histórica
Miles de personas salieron ayer a la calles de Argelia para protestar ante los resultados de las elecciones presidenciales celebradas el jueves y reclamar por cuadragésimo tercer viernes seguido una verdadera transición en el país. Al grito de “fuera Tebboun”, en alusión al presidente electo –el ex primer ministro Abdlemajid Tebboun–, los congregados marcharon por el centro de Argel vigilados por un férreo despliegue de seguridad, vehículos militares, policías secretas y dos helicópteros.
“Un cambio significa un cambio” y “las elecciones con esta banda de mafiosos”, en alusión al gobierno formado tras la forzada caída en abril del histórico Abdelaziz Bouteflika, fueron algunas de las pancartas de la marcha.
Carteles con rostros de quienes permanecen desaparecidos desde los tiempos de la cruenta guerra civil (1992-2002) y gritos de “Dios es el más grande” se mezclaban con llamamientos a la libertad de los presos detenidos durante los diez meses de protestas.
“Lo que ayer pasó es un patraña. Venció el boicot; ganamos al demostrarles que no queremos sus votos. Esta es la verdadera opinión del pueblo argelino”, explicó un profesor de secundaria argelino. La participación fue del 39,8%, la tasa más baja de la historia de Argelia desde la independencia en 1962.
Según la Autoridad Nacional Independiente Electoral (ANIE), Tebboun, antiguo jefe del Gobierno bajo el interrumpido mandato de Bouteflika, logró la victoria con el 58,2% de los sufragios. La segunda vuelta queda por tanto descartada. El islamista moderado, Abdelkader Bengrina, que no contaba en los pronósticos, obtuvo la segunda plaza con un 17,4%.