Aplausos sordos tras el cristal de la Residencia Vedruna
Los mayores agradecen a los bomberos los trabajos de desinfección de los alrededores del centro
No se oían unos a otros. Tampoco hacia falta. Un aplauso sonoro en el interior de la Residencia Vedruna que se hacia sordo en el exterior. Las grandes cristalerías del centro impedían que los bomberos oyesen las muestras de agradecimiento de lo mayores. Tampoco los ancianos oían las infinitas gracias que los efectivos del Consorcio Provincial devolvían entre el sonido de la maquinaria con la que estaban desinfectando el exterior.
Acostumbrados a mirar la playa desde sus ventanas, los mayores atendían este jueves a una insólita escena: hombres con buzos blancos, gafas y mascarillas, lavando a presión paredes, puertas y ventanas. Un espectáculo mañanero en una residencia en la que el tiempo parece haberse parado, donde solo entra y sale el personal imprescindible.
La desinfección forma parte de los trabajos que el Consorcio de Bomberos está efectuando en distintos municipios gaditanos, especialmente en aquellas zonas sensibles, como la Residencia Vedruna, donde se desinfectaron los principales accesos para personal y proveedores.
De momento, en el interior de la residencia, hay tranquilidad. Según explica su directora, la religiosa Juani Loro, “el centro funciona con la normalidad posible en unos días en los que apenas se puede hablar de situaciones normales. Pero, gracias a Dios, no hay ninguna persona ni aislada ni con síntomas, y eso, en esta situación, reconforta”, dice.
De ahí que la sensación de este jueves fuese casi de fiesta. Cuando los Bomberos estaban a punto de acabar la faena, sonó la música. El ‘Resistiré’ del Dúo Dinámico, convertido en la banda sonora del esfuerzo colectivo en tiempos de pandemia. Fue entonces cuando los bomberos se acercaron al cristal, a lanzar besos a los mayores, levantando el pulgar para decirles, de algún modo, que todo saldrá bien. También aquí, como no, los aplausos llegaron desde el balcón. Una señal de agradecimiento de los vecinos de la barriada El Nazareno, muy pendientes en todo momento de los mayores de su barrio.
Las religiosas destacan la tranquilidad de un centro en el que todo sigue con normalidad
Las Hermanas Carmelitas de la Caridad, que gestionan el centro, han establecido un sistema de vioconferencias -por Skype o Whatsapp- para que los mayores puedan seguir manteniendo contacto con sus familiares ya que las visitas, muy habituales en este centro, se han suspendido. Además, para ocupar el tiempo de los residentes, han ampliado su oferta de talleres y la acompañan con otras actividades como las visitas virtuales que están realizando a distintos monumentos, parques o museos.