ACTO DE FE EN LA PALMA
y la higiene de manos. El día 25 de marzo, solemnidad de la Encarnación, el Papa Francisco animaba a todo el orbe cristiano a rezar un Padrenuestro en comunidad; y por la tarde se realizó desde el Santuario de Fátima el rezo del santo rosario en rogativas, para el fin de esta pandemia. Fue con motivo de estos actos por lo que la Archicofradía de la Palma sacó a la puerta de la iglesia la Imagen de Nuestra Señora, junto al Crucifijo que salió a parar las aguas el 1 de noviembre de 1755, con el fin de rezar este rosario de manera extraordinaria. Observando las fotos, en la calle hay dos personas haciendo fotos del momento y varios vecinos que al percatarse de la apertura de la puerta rezaban desde sus balcones e incluso compartían por las redes sociales lo que estaba ocurriendo. La reja de la iglesia estaba cerrada, y dentro, sentados en bancos separados, varios hermanos que se habían encargado de acercar la Virgen a la puerta y que iban a participar en el rosario. Señal del sigilo que se había mantenido, precisamente para evitar convocar aglomeración de público desaconsejado en las actuales circunstancias.
Viendo todo esto se puede llegar a pensar que hay personas que no crean necesario este tipo de actos, y que incluso lo puedan tachar de irresponsable o aparente. Claro que los que opinan así hablan desde el pragmatismo y el raciocinio, pero precisamente la fe escapa a toda razón. Y es la fe la que llevó al Padre Macías a salir a la calle a enfrentarse a las olas, hazaña que se agradece todos los años cantando el rosario hasta la Caleta.
Si se les quita la esencia a las imágenes, las estamos convirtiendo en objetos. Si se les quita la esencia, estamos celebrando un culto de apariencia y vacío. Si en estos momentos de tribulación no demostramos nuestra fe ¿cuándo lo vamos a hacer? Mientras nosotros estamos en casa, haciendo lo que hay que hacer, otras personas cumplen con su obligación; cuidan de los enfermos, traen los alimentos del cuerpo para subsistir, y otros procuran el alimento del alma, que para muchos no será imprescindible, pero para otros muchos es una necesidad que les trae Esperanza y consuelo.
No piensen que lo de la Palma es fanatismo religioso. Lo sería si haciendo caso omiso a las recomendaciones, se convocase a público asistente que pusiera en peligro la salud de las personas. Hay que tener confianza en el Señor, pero no tentarlo. En definitiva, y a mi parecer, se ha realizado una acto de fe acercando a la Virgen a los vecinos, para que la Mística Palma los cubra con su manto. Y muchos han dado muestras de agradecimiento a través de las redes sociales.