España se paraliza once días
El Gobierno da otra confusa vuelta de tuerca al confinamiento con el cierre de las actividades no esenciales Los salarios saldrán indemnes, pero se deberán recuperar las horas no trabajadas
El Gobierno ha dado un nuevo paso al frente en la lucha contra el coronavirus, esa pandemia que hace que cada día sea un poco más aciago que el anterior –registrándose en las últimas 24 horas 832 víctimas mortales, que suman un total de 5.690– con la paralización de todas las actividades no esenciales desde mañana lunes y hasta el jueves 9 de abril, ambos inclusive, lo que se aprobará hoy en un Consejo de Ministros extraordinario.
Pedro Sánchez compareció ayer desde nuevo desde La Moncloa para adelantar una “medida
Sánchez reclama “solidaridad y contundencia” a los socios europeos
excepcional” supondrá que todos los trabajadores de actividades no esenciales “deberán quedarse en casa” a partir de mañana, para lo que tendrán un permiso retribuido “recuperable” durante todo el tiempo y recibirán su salario “con normalidad”
El presidente del Gobierno explicó que será después, cuando pase este período de cese de actividad, cuando deberán recuperarse las horas perdidas “de manera paulatina”.
Una nueva vuelta de tuerca al confinamiento en la que el jefe del Ejecutivo no dejó del todo claro cuáles son exactamente esas actividades esenciales que escapan al coto vedado de la lucha contra la pandemia, aunque sí puntualizó –inquirido al respeto en rueda de prensa telemática– que los medios de comunicación no se verán afectados por la nueva restricción. “Sin duda alguna son un servicio esencial”, dijo.
Sánchez se remitió al decreto por el que se declaró el estado de alarma hace dos semanas, que determinó las actividades que dejaban de llevarse a cabo y las que se restringían.
A falta de concreción hoy en el Consejo de Ministros extraordinario y de acuerdo al decreto, se suspende la apertura de bares, establecimientos de restauración, discotecas, instalaciones culturales, de ocio, recintos deportivos, parques de atracciones, auditorios y se prohíben las verbenas, desfiles, fiestas populares y manifestaciones folclóricas en recintos abiertos y vías públicas.
También los comercios cuya actividad permite el decreto son tiendas de alimentación, farmacias, centros médicos, peluquerías y tintorerías, ópticas, ortopedias, tiendas de alimentación de animales domésticos y tecnología.
Además, el decreto protege actividades de abastecimiento y de suministro de energía eléctrica, de productos derivados del petróleo y gas natural. Sigue el transporte público, aunque sujeto a restricciones en la oferta.
“Si logramos los niveles de movilidad de los fines de semana, que tampoco hay una gran diferencia pero es suficientemente significativa, para lograr entre todos reducir la movilidad y frenar aún más la acusada transmisión de la pandemia, creo que estaremos haciendo un esfuerzo de solidaridad conjunto para vencer al enemigo común”, enfatizó el líder socialista.
Con el aire churchiliano que le viene caracterizando en su carrusel de comparecencias, el presidente advirtió de que quedan “días muy duros” y de que será necesario “intensificar la lucha”, todo en una alocución a media tarde en la que subrayó que “el virus nos está golpeando de manera despiadada” y “no es momento de bajar la guardia, sino de intensificar la lucha”.
Apartado en el que dirigió su mirada hacia los socios europeos, a los que conminó a ser, todos, solidarios y sentar las bases para una “economía de guerra”.
El jefe del Ejecutivo incluye a los medios de comunicación entre los servicios esenciales
Curándose en salud, Sánchez sacó el ventilador en la asunción de responsabilidades y en la cariacontecida capacidad de reacción, subrayando que “ningún Gobierno tenía en mente la magnitud del desafío”.
“Europa se la juega”, recalcó en un mensaje en el que apeló a la UE a no fallar cuando sólo han pasado dos días después de la última reunión del Consejo Europeo que no alcanzó un consenso frente a la epidemia.
Sánchez incidió en que la UE debe estar a la altura de las circunstancias y “no puede defraudar” a sus ciudadanos. “No puede fallar, no debe fallar”, según el jefe del Ejecutivo, que subrayó: “Necesitamos contundencia y solidaridad”.
E hizo un llamamiento a la creación de un “gran plan Marshall de recuperación” que apueste por la mutualización de los mecanismos de deuda, a través de lo que ha denominado como “bonos de reconstrucción”, para dar una respuesta común y evitar que “cada uno de los países se tenga que endeudar” por separado.
Mirando de reojo a la oposición, que ha puesto el grito en el cielo por la compra de miles de test defectuosos, el presidente contrapuso a los que “aprovechan para vocear” con los que “trabajan con abnegación”; a los que “fomentan el rencor con los que procuran la unión y la lealtad”, o a “los que buscan culpables con los que buscan soluciones”.
Desde el PP se le reprocha al Gobierno su “improvisación” al redoblar el confinamiento, aunque Sánchez seguirá teniendo “todo el apoyo” del primer partido de la oposición, según su secretario general, Teodoro García sánchez.
El PNV (uno de los partidos que apoyaron su investidura) le censuró su “falta de respeto” por las nuevas restricciones sin consensuarlas previamente.