PONEDLE GANAS DE ENREÁ
SON tiempos muy complicados en los que lo mejor que se puede hacer es evitar cualquier motivo que pueda servir para encender un fuego, sobre todo cuando hay gente dispuesta a hacer arder esto con cualquier excusa…así que lo mejor es no darles argumentos.
Con este panorama lo mejor que podría hacer un dirigente público es buscar siempre, más que encender, apagar fuegos, y de ninguna manera encender él mismo mechas, porque el patio, y sólo hay que ver lo que ha ocurrido con Monedero, está de lo más animadito.
A veces me da la sensación de que el equipo de gobierno del Ayuntamiento de Cádiz vive sumido en el Carnaval y lo único que busca es temas para cuplés y para pasodobles. La que están liando con el nombre del estadio Carranza es las dos cosas a la vez, y, si me apuran, hasta da para un tango de esos en que los coristas terminan casi tirando sus propios brazos al patio de butacas… pero no estamos en Carnaval y Cádiz no es siempre Carnaval.
Plantear una especie de gran concurso público para elegir el nombre del estadio me parece, como mínimo, una frivolidad y no está el horno para pamplinas. La ciudad tiene un grave problema y es que su futuro, dilucidar de qué vamos a vivir, no está nada claro, con una industria claramente en crisis y con un turismo, el tema que se había mostrado con más esperanzas, también tocado por todo el problema del coronavirus.
Con este panorama ponerse a discutir qué nombre le ponemos a un estadio de futbol, provocando además que se levanten los que están deseando levantarse, me parece una frivolidad y que ésta la cometan personas que están al frente de la administración aún me parece peor.
No hay que confundir la memoria histórica, la del respeto a una serie de personas que vieron cómo mataban y enterraban como delincuentes a sus familiares, con la frivolidad histórica y lo de montar un gran cachondeo con el nombre del estadio es lo segundo.
Céntrense en solucionar los problemas de la ciudad, en acertar en lo de la peatonalización de la plaza España, en solucionar lo de polígono exterior de la Zona Franca o lo del hotel del estadio… eso sí es un problema, no su nombre. Lo demás son ganas de enreá… y eso es lo que menos nos hace falta ahora.
No hay que confundir memoria histórica con frivolidad histórica. Y lo del cachondeo del nombre del estadio es lo segundo