Los profesores se someterán al test del Covid-19 para la vuelta al cole
Habrá sanitarios asignados a cada centro y el personal de limpieza trabajará en horario lectivo
El mismo día en que la federación andaluza de asociaciones de padres de alumnos (Confedampa) pide al Gobierno andaluz la realización de test a los docentes y la asignación de personal de enfermería a los centros educativos para el próximo curso escolar –marcado por la pandemia de coronavirus–, la Junta acuerda con los sindicatos de enseñanza adoptar tales medidas para una vuelta al cole lo más segura posible.
Se trata de algunas de las novedades que trascendieron de la mesa sectorial celebrada ayer, en la que la Consejería de Educación –a través de la viceconsejera, María del Carmen Castillo– y los representantes sindicales se sentaron a revisar las instrucciones establecidas por el departamento que dirige Javier Imbroda para el próximo curso y que han generado un gran rechazo en colegios e institutos.
Una de las mejoras anunciadas en dicho encuentro concierne a la salud de la plantilla docente, a la que se realizarán test para comprobar si están contagiados de Covid-19. Tal medida fue una de las exigencias de Confedampa como garantía para evitar brotes en los centros educativos a partir de septiembre. Para ello, ya se está trabajando con la Consejería de Salud y Familias con el fin de que las pruebas se realicen a la vuelta de las vacaciones de verano.
Otra de las peticiones de la confederación de AMPA públicas consiste en que los centros de enseñanza cuenten con personal sanitario de referencia. Pues bien, la Consejería de Educación ha decidido que estos profesionales también estén disponibles a partir del próximo curso en colegios e institutos. Junto a la figura del coordinador Covid, se encargarán de vigilar la situación sanitaria de las aulas y los posibles contagios que se produzcan en ellas.
La Consejería de Educación anunció también en la reunión que contratará en agosto a los 6.300 docentes extras que permitirán desdoblar los grupos el próximo curso. Se trata de una de las medidas contempladas en el plan de acción y que, con este adelanto, hará posible que dicho personal se encuentre ya disponible en los centros el 1 de septiembre. Con esta anticipación se pretende disipar parte de las dudas que han expresado los equipos directivos días atrás sobre el número de docentes con el que podrán contar en el nuevo ejercicio académico, una información necesaria para planificarlo correctamente.
La viceconsejera, María del Carmen Castillo, quiso destacar en esta mesa sectorial “el esfuerzo” que se está realizando, especialmente, en Educación Especial, para la que se han creado 128 nuevas unidades a las que se incorporarán 152 profesionales técnicos de integración social.
Al margen, para que las labores de higienización sean más continuas, se pretende incorporar al personal de limpieza al horario lectivo, unos trabajadores que sumarían su función a los empleados específicos que los ayuntamientos están contratando para desinfectar las aulas y zonas comunes entre clase y clase.
Ante la alarma creada en la comunidad educativa a raíz de los numerosos escritos de protesta de los equipos directivos por las medidas establecidas por la consejería, Castillo pidió en la reunión con los sindicatos que “colaboren en un ejercicio de responsabilidad compara para transmitir a la ciudadanía un mensaje de tranquilidad”. Una petición en consonancia con la que expresaron el lunes los inspectores de Educación, que aconsejaron a los directores de colegios e institutos “evitar el alarmismo” sobre la vuelta a las clases presenciales.
El portavoz del Ejecutivo andaluz, Elías Bendodo, sostuvo ayer que la Junta quiere que el regreso se produzca “con la máxima normalidad y control”, para lo que se va a incorporar a más de 600 profesionales este curso y el Consejo de Gobierno ha aprobado también destinar 45 millones de euros a la compra de ordenadores portátiles para los centros. Destacó además el plan de cinco millones de euros para que los centros hagan reformas y adapten los espacios a la nueva situación, junto a otras medidas higiénico-sanitarias.
Educación invierte 45 millones en portátiles y cinco en obras para adaptar los centros