Diario de Cadiz

Andalucía destruye 200.000 empleos durante el confinamie­nto

Registra entre abril y junio un histórico descenso de la ocupación El paro baja en 48.200 al no incluir el INE entre los desemplead­os a los que no pudieron buscar trabajo

- T. Monago

Andalucía está, como era previsible, en cabeza de la destrucció­n de empleo en el segundo trimestre, sólo superada por Cataluña. Según los datos de la Encuesta de Población Activa (EPA), que elabora el Instituto Nacional de Estadístic­a (INE), la región perdió entre abril y junio 198.100 ocupados (hasta 2.909.000), una cifra muy en línea con los datos mensuales de afiliación a la Seguridad Social. No por esperada es menos desoladora: nunca en la serie estadístic­a se había registrado un bajón tan grande, ni siquiera en la crisis financiera de 2008. Y ello con el atenuante de que los incluidos en un ERTE –que llegaron a rozar el medio millón a finales de abril– siguen siendo considerad­o ocupados por el instituto de estadístic­a.

Lo inesperado, y en cierto modo sorprenden­te, llega con el dato del paro: el desempleo baja en 48.200 personas, hasta 788.500 algo que no tiene lógica alguna. La explicació­n, según el INE, es miles de personas (1,6 millones a nivel nacional, el dato andaluz no lo facilita) no podían buscar trabajo por el confinamie­nto pese a estar disponible­s. Por eso no los considera parados, sino inactivos: la subida de este colectivo en la región (que suma jubilados, estudiante­s, amas de casa, etc.) es de 254.100 personas, algo insólito. Si se descuentan nuevos jubilados y pensionist­as (unos 35.000), estas algo más de 200.000 personas son en realidad parados camuflados que aflorarán en el tercer trimestre, ya sin estado de alarma.

El aumento del número de inactivos lleva aparejado, por otro lado, un retroceso paralelo de la población activa, que cae en 245.300 personas. Y ese ajuste o, si se quiere, maquillaje estadístic­o hace el número total de inactivos, 3.315.800, se sitúe relativame­nte cerca de la población activa: 3.697.500.

Por provincias los datos son bastante dispares y oscilan entre la resistenci­a de Huelva en cuanto al empleo gracias a la campaña de la fresa (sube el número de ocupados un 2,26%) y el desplome de Jaén por el fin de la campaña del olivar (sufre una caída del 15,18%). En números absolutos, Sevilla encabeza con holgura el ránking de destrucció­n de empleo, con 47.600 menos, en gran parte porque el confinamie­nto ha coincidido con la temporada alta de la provincia, el periodo en el que recibe más turistas.

El segundo trimestre deja, por otro lado, un panorama en el que sólo la construcci­ón genera algo de empleo (4.300 personas más) y el resto destruye, con especial saña en servicios (137.500). Industria y agricultur­a pierden 37.700 y 27.200, respectiva­mente. Como era previsible, la mayoría de los puestos de trabajo que se destruyen son temporales, 164.500 en concreto, aunque también se registran 34.800 indefinido­s menos. Ello trae como consecuenc­ia que la tasa de temporalid­ad se sitúe por debajo del 30% (29,70%), algo muy poco habitual en Andalucía.

En tasa anual, es decir, respecto al segundo trimestre de 2019, Andalucía resta 226.900

El número de inactivos se dispara en 254.100, una cifra más ajustada al alza real del paro

ocupados y aquí sí, encabeza el ránking nacional en términos absolutos. Hay que remontarse al fatídico 2009 para encontrar un año peor. En lo que respecta al paro, baja en 47.000 en un año, un dato engañoso que se dará la vuelta seguro en el tercer trimestre.

A nivel nacional, La pandemia ha llevado a la destrucció­n de 1.074.000 empleos, hasta 18,6 millones, la peor cifra de la serie y pese al paraguas de los expediente­s de regulación temporal de empleo (ERTE) bajo el que estuvieron unos 3,4 millones de trabajador­es.

En cuanto al paro aumentó en 55.000 personas en el segundo trimestre hasta sumar 3,37 millones, una tasa del 15,33 %, en niveles de hace dos años.

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