Los astilleros toman la capital
La industria naval exige carga de trabajo con una multitudinaria manifestación
“No nos vamos a quedar quietos. Esto no termina aquí”. Éste es el mensaje que transmitió la presidenta del comité de empresa de Navantia Puerto Real, Marga Forné, a las puertas de la Subdelegación del Gobierno a los más de 1.500 operarios de la empresa y de la industria auxiliar que participaron ayer en la manifestación que recorrió el centro de Cádiz en demanda de más carga de trabajo para los astilleros de la Bahía.
Los trabajadores salieron en autobús de la factoría de Puerto Real hacia Cádiz, ya que no recibieron permiso para cruzar el Puente de la Constitución de 1812 a pie, tal y como pretendían inicialmente. La marcha partió en torno a las 10:30 horas de la rotonda de acceso del segundo puente, que estuvo cortado cerca de una hora. Fue la primera vez que esta infraestructura fue cerrada al tráfico con motivo de una manifestación de Navantia, la cual se desarrolló sin incidentes y cumpliendo las medidas de seguridad anti Covid-19. La Guardia Civil y la Policía Local de Cádiz establecieron desvíos señalizados en ambos extremos del puente y se derivó el tráfico a través del Puente Carranza, donde se abrió el carril reversible de entrada a Cádiz.
A la convocatoria del astillero de Puerto Real se unieron centenares de trabajadores de las contratas de Navantia, que a primera hora de la mañana de ayer celebraron una asamblea en los tornos de la factoría de San Fernando convocada por la Coordinadora de Trabajadores del Metal de la Bahía de Cádiz. También acudieron representantes de los comités de empresa de las factorías de Airbus en la provincia, que portaban una pancarta propia cerrando la manifestación.
La marcha transcurrió por la avenida de Astilleros, punto en el que se incorporaron operarios de la factoría de Cádiz, y finalizó en torno a las 11:30 en la Subdelegación del Gobierno, donde Forné entregó un escrito al subdelegado, José Pacheco, con sus reivindica
El comité insiste en que “no es la primera vez que sale una noticia sobre el BAM-IS”
ciones. A continuación, la marcha se disolvió y la mayoría de los participantes se dirigieron al astillero de Cádiz, donde les esperaban los autobuses que les llevarían de vuelta a la factoría de Puerto Real.
La plantilla está dispuesta a mantener sus movilizaciones a pesar del anuncio del pasado martes de que el Ministerio de Hacienda había autorizado la inversión en el nuevo BAM-IS, que el Plan Estratégico de Navantia asigna a Puerto Real. “No es la primera vez que sale la noticia de que nos adjudican el BAM. Estamos esperando a que llegue la chapa, que haya un Consejo de Ministros que lo ratifique y que se reciba la orden de ejecución”, indicó Forné, que insistió en exigir “el resto de compromisos del Plan Estratégico para Puerto Real en toda su extensión”.
La presidenta del comité aludió así a los ferris para el Ejército de Tierra TLET (buque de Transporte
Logístico Ecológico y Trivalente) para transporte de personal y material, que aportarían otro millar de puestos de trabajo y que no tienen fecha de ejecución.
El subdelegado del Gobierno salió a la calle para recibir el escrito de manos de los representantes del comité. “Mi obligación es atender a cualquier manifestación que se haga por la vía pacífica”, señaló José Pacheco, que recalcó la importancia del anuncio del BAM-IS, el cual muestra a su juicio que “el Gobierno de España se ha tomado en serio a las reivindicaciones de la Bahía de Cádiz”.
El presupuesto del BAM-IS asciende a 200 millones de euros, de los que 167 corresponden a los trabajos de Navantia, y el resto a la compra de equipos de exploración submarina y revisiones, según recoge el plan estratégico. Para la Bahía de Cádiz supone una carga de trabajo de 1,3 millones de horas durante tres años y medio, principalmente en Puerto Real, aunque también participará Navantia Sistemas,
en San Fernando. En este periodo se generarían 1.115 empleos anuales, entre directos, indirectos e inducidos. De ellos, casi 160 serían empleados directos de Navantia, otros 290 de la industria auxiliar y 665 puestos de trabajo generados por suministradores, según los datos facilitados por el Ejecutivo.
E BAM-IS deberá dar servicio a la nuevafamiliadesubmarinosS80, que Navantia fabrica en el astillero de Cartagena y cuyo desarrollo acumula un notable retraso. Sustituirá al Neptuno, un barco construido en 1975 y que se encuentra al final de su vida útil, en la función de operar como buque de salvamento y apoyo en las operaciones de rescate de submarinos. Navantia anunció en marzo del año pasado que iba a dar luz verde a los trabajos de ingeniería de este buque una vez que se difuminó la posibilidad de colaborar con el astillero francés Chantiers de l´Atlantique en la construcción de cruceros. Pero la inestabilidad política que ha vivido España en los últimos dos años, con presupuestos prorrogados desde 2018 y una sucesión de elecciones generales, ha frenado el proyecto.
El astillero de Puerto Real se ha adelantado adelanta a unas movilizaciones que estaban previstas inicialmente para el mes de septiembre, según anunció CCOO hace unas semanas. Los tres centros de trabajo de Navantia en la Bahía se enfrentan a que a corto y medio plazo no hay nuevos contratos a la vista. Puerto Real es el que se encuentra en una situación más difícil, ya que en noviembre termina la construcción de los tres contratos off-shore en los que trabaja en estos momentos y desde la entrega del último petrolero para Ibaizábal, hace justo un año, no tenía ningún contrato de construcción naval en cartera. En el caso de San Fernando, su perspectiva es algo más favorable debido a que todavía está en marcha el programa de las corbetas saudíes aunque la coyuntura empezará a cambiar en breve, ya que ya ha empezado la construcción del quinto y último buque. En cuanto a Cádiz, la parálisis del sector de los cruceros ha llevado a que se caiga la programación de reparaciones de un año que se avecinaba histórico.