Andalucía descarta adoptar la cartilla Covid
● Aguirre afirma que el pasaporte biológico “no tiene utilidad” ● La comunidad científica avisa de los problemas técnicos y éticos
La decisión de la Comunidad de Madrid de implantar una especie de pasaporte biológico o cartilla Covid, certificado con el que su poseedor atestigüe haber pasado la enfermedad causada por el coronavirus para evitar medidas de restricción de movilidad, provocó ayer la respuesta contraria de una gran parte de la comunidad científica.
Tampoco es el citado pasaporte del agrado del Gobierno de la Junta, cuyo consejero de Salud,
Javier Aguirre, afirmó que descarta su adopción en Andalucía. En unas declaraciones a Canal Sur Radio, recogidas por Europa Press, Aguirre señaló que no le ve “razón de ser”. “Desde el punto de vista de salud pública no tiene utilidad”, dijo Aguirre, quien aludió a los problemas que surgen por la Ley de Protección de Datos.
En la misma línea se expresó el vicepresidente andaluz, Juan Marín, quien abundó en que la Junta no comparte ni pondrá en marcha una cartilla Covid. En unas declaraciones a La Sexta recogidas por Europa Press, Marín afirmó que un pasaporte como el que va a implantarse en Madrid “no responde ni va a tener ninguna repercusión para garantizar la salud de los ciudadanos”.
El argumento aportado por Marín para descartar certificados biológicos de ese tipo contuvo un componente científico, pues tendría que haber un seguimiento y unas pruebas continuas para certificarse la condición de no propagador del virus. Defendió Marín que la Junta va en el sentido de tener una tarjeta sanitaria única para toda España y que no haya 17 modelos diferentes. “Las mismas condiciones sanitarias para todos los españoles, vayan donde vayan”, añadió el vicepresidente de la Junta.
De vuelta a la cartilla Covid planteada por la Comunidad de Madrid, es una suerte de salvoconducto que generó debate en marzo y abril, al comienzo de la pandemia. Fue el presidente del Gobierno de la Generalitat, Joaquim Torra, quien propuso su implantación después de fichar como asesor epidemiológico a Oriol Mitjà, un infectólogo que se postuló como firme partidario de tal iniciativa. La propuesta recibió las críticas de la comunidad internacional y fue abandonada de inmediato.
Las críticas a la adopción del pasaporte biológico se repitieron ayer a raíz de la propuesta madrileña. “En este momento, la cartilla Covid no tiene utilidad, pues cuando alguien pasa la enfermedad no sabemos cuánta inmunidad ha generado ni por cuánto tiempo”, defendieron desde la Sociedad Española de Inmunología. La Sociedad Española de Epidemiología señaló que hay un consenso internacional respecto a que los pasaportes serológicos tienen problemas tanto éticos como técnicos que lo hacen inviable.