Las pesquisas del fiscal de Ginebra precipitaron la crisis
Las investigaciones de la Fiscalía de Ginebra sobre donaciones presuntamente vinculadas con Juan Carlos I, iniciadas en 2018 pero que no se conocieron hasta este marzo, dieron comienzo a los actuales problemas del Rey emérito. El primer fiscal de Ginebra, Yves Bertossa, investiga desde hace dos años donaciones millonarias vinculadas con él y su antigua amiga
Corinna Larsen, ante la sospecha de que se tratara de operaciones de blanqueo de dinero.
El 3 de marzo, el diario Tribune de Ginebra reveló que una de esas donaciones se elevaba a 100 millones de dólares, pagados por la Monarquía saudí a una cuenta en el banco suizo Mirabaud a nombre de la entidad panameña Lucum, de la que Juan Carlos I era único beneficiario. Parte de ese dinero se retiró, unos 65 millones de euros, presuntamente transferidos a Larsen a través de la sucursal de otro banco ginebrino en las islas Bahamas.
También se conoció que la Fiscalía suiza investigaba vinculaciones entre estas sumas y comisiones pagadas al Rey emérito tras la adjudicación a un consorcio de firmas españolas del contrato para las obras del tren entre La Meca y Medina. Aunque Bertossa llevó estas investigaciones con discreción, en noviembre del pasado año se supo que la Fiscalía había pedido a la Audiencia Nacional audios de un encuentro en Londres en 2015 del ex comisario Villarejo y Corinna. El 5 de marzo, Anticorrupción envió a Suiza una comisión rogatoria para recabar datos sobre la presunta donación a Larsen. Pocos días después, Felipe VI renunció a la herencia de su padre y le retiró la retribución del Estado, aunque manteniéndolo como miembro de la Familia Real.
Por otro lado, las investigaciones en Suiza llevaron a la Justicia española a retomar pesquisas en torno a don Juan Carlos, pese a que con anterioridad había renunciado a ello por falta de evidencias. La semana pasada, un juez de la Audiencia Nacional citó a Corinna Larsen a declarar el 8 de septiembre por los audios con Villarejo, en los que al parecer mencionaba las cuentas del Rey emérito en Suiza.