La juez Núñez Bolaños se reincorpora después de su baja por motivos de salud
● La vuelta de la magistrada se hará efectiva tras las vacaciones y se produce después de que el CGPJ haya archivado la denuncia de la Fiscalía Anticorrupción
La juez María Núñez Bolaños se reincorporó ayer a su puesto en el Juzgado de Instrucción número 6 de Sevilla, tras once meses de baja por motivos de salud, si bien la vuelta al juzgado en la práctica está condicionada por las vacaciones que aún tiene que disfrutar. La vuelta de Bolaños al juzgado se ha producido después de que el promotor de la acción disciplinaria del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) haya tumbado la denuncia que la Fiscalía Anticorrupción presentó contra la magistrada, acusándola de llevar a la “parálisis” la causa de los ERE.
La juez María Núñez Bolaños estaba de baja laboral por motivos de salud desde el 3 de septiembre de 2019, aunque con anterioridad había estado de baja también entre el 19 de junio y el 16 de julio de ese mismo año. En su ausencia, la instrucción de las macrocausas ha quedado de nuevo en manos del juez de refuerzo José Ignacio Vilaplana, que ha estado tomando declaraciones y dictando las resoluciones en las distintas piezas separadas de los ERE y del resto de las macrocausas.
La reincorporación de Bolaños al Juzgado de Instrucción número 6 de Sevilla hará necesario que se firme un armisticio con los fiscales, tras la declaración de guerra que supuso la presentación de la denuncia contra la magistrada.
La cuestión está en si la partes enfrentadas alcanzarán ese necesario acuerdo o tendrá que intervenir la Sala de Gobierno del TSJA para acordar alguna solución imaginativa, como ha ocurrido en el pasado reciente en este mismo juzgado.
La juez María Núñez Bolaños realizó un extenso informe en contestación a la denuncia de la Fiscalía Anticorrupción en el que apuntó que con la misma el Ministerio Público quería “apartarla” de la instrucción de las macrocausas en las que la instructora no compartía los criterios de la acusación pública.
La magistrada explicaba en ese documento, que está incorporado al informe elaborado por el promotor de la acción disciplinaria que ha archivado la denuncia de la Fiscalía, que la forma de tramitar o de llevar los procedimiento ha sido “igual en todas sus causas, la carga de agenda y señalamientos los mismos”, y así señalaba que lo que distingue los ERE o Avales de Mercasevilla o los cursos de formación “es la falta de criterio coincidente entre el Ministerio Fiscal y esta Instructora, es la discrepancia jurídica entre el Ministerio Fiscal y la Instructora en ERE y Avales”.
El promotor de la acción disciplinaria del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ), Ricardo Conde, archivó el pasado 24 de julio las diligencias informativas abiertas a María Núñez Bolaños, a raíz de la denuncia presentada por la Fiscalía Anticorrupción. El promotor de la acción disciplinaria señaló que, según recoge el informe del Servicio de Inspección del CGPJ, una vez que se puso en marcha, “la instrucción de todas las piezas se desarrolló con buen ritmo y transcurrió con normalidad, dándose respuesta a las peticiones de las partes y tramitándose los recursos en tiempos razonables”.
Por tanto, “no cabe inferir esa pasividad intencional o el descuido injustificable en el comportamiento de la denunciada, al haberse verificado coyunturas impeditivas del correcto funcionamiento que hubiera sido deseable”, precisó en alusión a la denuncia presentada por el fiscal jefe de Anticorrupción, Alejandro Luzón, tras el informe realizado por los seis fiscales delegados de Anticorrupción en Sevilla.
El Ministerio Público consideraba que la juez podría haber incurrido en una falta grave o muy grave ya que la situación procesal de estas causas se veía “afectada por la desatención y retraso injustificado en su tramitación y resolución, con evidente perjuicio de los fines del proceso penal y de la Administración de Justicia”.
No obstante, incluso el presidente del TSJA, Lorenzo del Río, elaboró un informe sobre el asunto. El jefe del Alto Tribunal andaluz destacó el “esfuerzo y trabajo” desarrollado en los últimos años por la juez María Núñez Bolaños, al tiempo que hizo hincapié en la “complejidad” de los asuntos cuya instrucción tenía encomendados.
El documento recordaba que que el 15 de mayo de 2018 el propio Del Río realizó una visita de inspección ordinaria al Juzgado de Instrucción número 6 de Sevilla. A partir de aquella visita se elaboró un informe fechado el 4 de junio de 2018. El documento concluía que el juzgado inspeccionado “soporta una carga de trabajo elevada, singularmente al añadir las macrocausas que tramita, si bien no supera el módulo referencial de entrada de asuntos establecido por el Consejo General del Poder Judicial para este tipo de órganos jurisdiccionales, que gira en torno a 6.000 diligencias previas y 600 a 700 delitos leves asuntos por órgano y año”.
Núñez Bolaños ha estado de baja 11 meses, desde el 3 de septiembre de 2019
Ricardo Conde CGPJ
No cabe inferir pasividad intencional o descuido en el comportamiento [de la juez Núñez Bolaños]”