Ya sobrevivimos a un cambio climático
de Granada, Juan Manuel Jiménez Arenas, ha explicado que hasta el momento solo se tenía una visión global de los yacimientos pero que se ha incrementado con nuevos datos.
Se ha hecho gracias al análisis de restos pequeños de hace unos 1,5 millones de años procedentes de mamuts, hipopótamos, rinocerontes o hienas gigantes, pero también de ranas y serpientes que actúan como “estaciones climatológicas” por su dependencia de los datos climatolóogicos.
Los resultados del estudio indican que los primeros habitantes del continente europeo lidiaron con unas condiciones ambientales diferentes en Barranco León (1,4 millones de años) y en Fuente Nueva 3 (1,3 millones de años), dos de los yacimientos de Orce. En Barranco León hubo un ambiente cálido que fue variando hacia condiciones cada vez más frías y áridas frente a Fuente Nueva 3, donde se llega al máximo de aridez y frío para, posteriormente, oscilar hacia condiciones más favorables, húmedas y cálidas.
“Estos datos nos permiten proponer que los humanos más antiguos del continente europeo, fueron capaces de adaptarse a las condiciones ambientales cambiantes que tenían lugar durante el Pleistoceno inferior y lidiar con un clima y un paisaje variables”, apuntan los investigadores.
El equipo trata ahora de establecer si existe algún vínculo entre las diferencias tecnológicas, fundamentalmente los útiles en piedra tallada observadas entre Barranco León y Fuente Nueva 3, y los cambios climáticos impresos en los huesos de anfibios y reptiles.