Andalucía baja del riesgo extremo pero no habrá una desescalada “alocada”
El semáforo de alerta de Sanidad recogerá la reducción del nivel “muy alto” a “alto” La Junta opta por atender la opinión técnica
El informe que el Ministerio de Sanidad actualiza cada viernes recogerá mañana la óptima evolución del control de la pandemia en Andalucía. El semáforo disminuye al fin el nivel extremo de alerta que permanecía desde el pasado mes. No ha sido necesario que las administraciones autonómicas, tal como insistió en reclamar durante semanas la Junta de Andalucía, recibieran la competencia de restringir aún más las medidas recogidas en el decreto de estado de alarma para reducir notablemente los indicadores epidemiológicos y clínicos. El estado actual en Andalucía pasa del riesgo “muy alto” al “alto”, de acuerdo con el documento publicado el pasado otoño por el Consejo Interterritorial del Sistema Nacional de Salud para coordinar el control de la transmisión del coronavirus. Pese a lo anterior, la Junta de Andalucía subrayó ayer su propósito de ir flexibilizando de modo gradual las restricciones en vigor en materia de movilidad, reunión y horarios de los establecimientos.
El objetivo es no cometer los mismos errores de la Navidad, periodo en el que las autoridades sanitarias de las comunidades autónomas eligieron aperturas en las medidas pese a que la situación pandémica no lo recomendada. Ni hay todavía una suficiente población inmunizada ni la irrupción de variantes víricas aconseja otra cosa que la prudencia. Los especialistas en materia de Salud
Pública temen los efectos que sobre un pico de contagios y, por tanto, de hospitalizados y muertes, pudieran tener las nuevas cepas circulantes si de verdad se confirman la virulencia y resistencia ante la inmunidad adquirida que reflejan los primeros estudios. “Que nadie espere que vamos a hacer una desescalada alocada, sino razonada, siempre será con la opinión de los expertos y proporcional a las posibilidades que tiene el virus de volver a infectarnos, que siguen siendo muchas, pues el nivel de inmunidad sigue siendo bajo”, dijo el presidente andaluz, Juanma Moreno.
El Ministerio de Sanidad y las consejerías de Salud firmaron en octubre en el seno del Consejo Interterritorial un plan de actuaciones y medidas de cara a la contención de la pandemia y que fue ilustrada mediante unos colores correspondientes a los diversos niveles de alerta. Este semáforo ha mejorado sustancialmente en Andalucía, así como ha sucedido en el resto de España. A tenor de lo indicado en ese documento, Andalucía bajará del nivel “muy alto” (color granate) al nivel “alto” (color rojo), toda vez que se han registrado significativas reducciones en los indicadores epidemiológicos y clínicos.
Entre los valores epidemiológicos, que señalan el estado de la propagación del virus en un determinado territorio, sólo el referido a la incidencia acumulada en 14 días para la población mayor de 65 años se encontraba ayer en el parámetro “muy alto” o extremo. En cambio, están en un grado “alto” la incidencia acumulada general a 14 días y 7 días, así como la incidencia acumulada a 7 días de la tercera edad. El registro de la proporción de casos positivos detectados, el nivel es “medio”.
En cuanto a las cifras clínicas, las que vinculan a la capacidad de respuesta asistencial de los hospitales, el indicador de la ocupación de camas totales ha bajado al nivel “alto”, aunque el porcentaje de críticos (UCI) sigue siendo aún “muy alto”.
El comité de expertos que asesora a la Junta volverá a verse el miércoles próximo, reunión en la que valorará la óptima evolución de los indicadores aunque desaconsejará una abrupta desescalada. Sigue habiendo temores por las variantes foráneas y su posible capacidad para desbaratar la situación actual de la pandemia.