El Elche contempla bajar en Carranza
El Elche es el rival del Cádiz CF el próximo domingo y tiene sobre la mesa una realidad: Poder descender en el Ramón de Carranza. El propietario de la entidad ilicitana el argentino Christian Bragarnik, afirmó ayer que el club no está en venta y aseguró que pase lo que pase en el final de la temporada cuenta con el técnico Fran Escribá para el próximo curso. Un mensaje de apoyo asumiendo el peor desenlace.
Bragarnik, que ha comparecido por primera vez ante los medios desde su llegada al club en 2019, y ha empezado por su respaldo al entrenador. “Ya le hemos trasladado a Escribá que es la persona idónea por su sentido de pertenencia y su capacidad para continuar con este proyecto, tanto en Primera como en Segunda División. Falta sentarnos y concretarlo”, confirmó el argentino.
Destacó que el Elche se encuentra con una “salud patrimonial” que hace tiempo no tenía y se agarró a las opciones matemáticas de permanencia para no especular con un proyecto en Segunda. “Si nos toca descender, la responsabilidad de esta propiedad será intentar buscar el ascenso y ser protagonista.
El dirigente reconoció que el equipo está en una situación deportiva “difícil”, pero pidió ser “optimista mientras haya posibilidades” de lograr la permanencia, que pasan por salir airosos del estadio Ramón de Carranza. “El resultado final no nos hará cambiar el objetivo. Es un proyecto a medio y largo plazo. Si pasa lo que no quiero nombrar estaremos en todos los aspectos preparados para afrontar la nueva competición de la mejor forma posible”, argumentó.
El dirigente admitió que la decisión de prescindir de José Rojo Pacheta tras el ascenso “puede ser un error” y consideró que con el paso del tiempo “se merecía haber continuado por lo que había logrado”.
Para acabar, paños caliente por lo que podría suceder frente al Cádiz o en la última jornada, el descenso. “Sería una desilusión, pero estamos preparados para un proyecto a medio o largo plazo que consolide a la entidad”, reiteró el dirigente argentino.