Astrazeneca o Pfizer, he ahí el dilema
● Unos 260.000 andaluces han de elegir con qué vacuna completar la pauta en medio de un debate científico
Unos 260.000 andaluces con profesiones esenciales, que tienen menos de 60 años y que se pusieron hace más de tres meses una primera dosis de Astrazeneca se han topado con un dilema. ¿Cómo completar la vacunación, con una dosis de Astrazeneca, como recomiendan los organismos nacionales e internacionales, o con una de Pfizer, que es la opción votada con una justa mayoría por los técnicos de Salud Pública que representan al Ministerio de Sanidad y las consejerías autonómicas?
El debate ha sido enconado en el seno del Consejo Interterritorial del Sistema Nacional de Salud y lo ha sido –y sigue siéndolo– en la comunidad científica. Y, aunque la ministra de Sanidad, Carolina Darias, insistió en que no hay margen para la elección, pues es Pfizer la única opción, las “circunstancias excepcionales” y la presión de varias comunidades autónomas –Andalucía entre ellas– forzaron a la ministra a aviar la firma de un consentimiento informado para aquellos que escogieran completar la pauta vacunal con el fármaco de la Universidad de Oxford.
He ahí la cuestión. La firma de un consentimiento informado obliga a eso, a una información, valga la aparente paradoja. Por eso, ante el dilema, los especialistas en la materia lo tienen claro: la mejor de las vacunas es la vacuna puesta. Y, si surge la duda existencial, “que hablen con sus médicos de Atención Primaria para informarse , pero, sobre todo, que no se queden con una sola dosis”, explica Matilde Cañelles, inmunóloga del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC).
Una persona vacunada es una persona con las dosis puestas –salvo si es del laboratorio Janssen, que sólo requiere un pinchazo–. Es más, los centros de control y prevención de enfermedades de Estados Unidos han recordado recientemente a la población que una persona vacunada es una persona que cumple dos semanas con las dos dosis puestas. La eficacia de una pauta a la mitad es considerablemente menor. Tanto es así que el Reino Unido acaba de adelantar la segunda dosis de Astrazeneca de 12 a ocho semanas para reducir la susceptibilidad de la población con una sola dosis ante el riesgo de una de las variantes indias, de rápida extensión en la isla.
La experiencia del Reino Unido, con un mes de ventaja respecto a la Unión Europea en la campaña vacunal, sirve para enfocar la duda sobre cómo concluir la vacunación. A la hora de valorar el peligro de sufrir los raros pero potencialmente graves trombos, Cañelles señala, a tenor de los datos recabados en la población británica, que “es cerca de ocho veces más improbable desarrollar trombos tras la segunda dosis que tras la primera. Y tras la primera es muy muy improbable”. Los números registrados en el Reino Unido se resumen en 294 casos de trombos tras la primera dosis entre 23,9 millones de británicos vacunados y 15 trombos después de haberse administrado la segunda nueve millones de personas.
La seguridad de la segunda dosis de Astrazeneca es evidente. Ahora bien, las autoridades del Reino Unido la han contraindicado para una población con antecedente de trombosis de “senos venosos, trombofilia adquirida o hereditaria, trombopenia inducida por heparina, síndrome antifosfolípido o, claro, trombosis con trombopenia tras una vacuna de Covid-19”, “casos concretos”, dice Cañelles, que “también podrían contemplarse en España”.
Ahora la segunda parte del dilema. ¿Cuál es la seguridad de la combinación de las dos vacunas, que es la preferencia de la Comisión de Salud Pública? La respuesta aún no es clara. Los datos preliminares de estudios como el Combivac –encargado por el Ministerio de Sanidad– apuntan a que no existe ese riesgo, aunque faltaría un ensayo clínico con más gente examinada y más tiempo. ¿Y la eficacia? La de la vacuna con dos dosis de Astrazeneca es conocida, algo menor a la de dos dosis de ARNm –Pfizer o Moderna–. La de combinar dos fármacos, sin embargo, es desconocida. “Los estudios hechos se centran en los efectos secundarios y no en el nivel de protección, en la respuesta inmune”, añade Cañelles.
La inmunóloga del CSIC, como conclusión, indica que es partidaria de “seguir la ficha de la Agencia Europea del Medicamento (EMA) y repetir con la segunda dosis de Astrazeneca a quienes se han puesto la primera”, pero que, ante la duda, he ahí el médico.
Matilde Cañelles Inmunóloga del CSIC
Si surge la duda, hay que preguntar al médico, pero nunca quedarse con una sola dosis”