“La solución contra la violencia de género es educar en la igualdad desde pequeños”
“Este libro es una especie de guía de campo contra los maltratadores, para saber cómo actuar ante ellos” “Lo que diferencia a la violencia actual de la de siempre son las nuevas tecnologías”
Luis Miguel Larbi Maján lleva años compaginando su labor como guardia civil con la de escritor de libros de autoayuda. Surgidos de su experiencia en el Plan Director, a través del cual imparte conferencias por centros educativos, Larbi ha tratado en sus escritos los peligros de internet, el acoso escolar y, ahora, la violencia de género. Esta semana hablamos con el autor gaditano para que nos contara un poco más sobre su nueva aventura.
–Tercer libro y ahora toca otro tema tristemente actual: la violencia de género.
–En mis charlas del Plan Director además del tema de los peligros de internet, el acoso escolar, las drogas o el alcohol en los adolescentes, también toco la violencia de género. Es una cuestión muy delicada, porque muchas madres me han llegado a preguntar que si iba a hablar de las denuncias falsas, que si iba a hablar también de cuando una mujer maltrata a un hombre... y yo les digo siempre que no. Que la violencia de género es el maltratador que agrede a la mujer tanto física como psicológicamente.
–¿Ha construido el libro con entrevistas como el anterior o sobre su experiencia personal?
–Soy hijo de una víctima de malos tratos, de hecho el libro se lo dedico a mi madre, porque mi padre, por llamarlo de alguna manera, le pegaba palizas de muerte. Luego está mi experiencia de 34 años en la Guardia Civil, de los cuales 15 llevo dando charlas y conferencias sobre la violencia de género. Me saqué la titulación como experto de violencia de género doméstica y en psicología criminal. Investigando mucho además pude construir el libro.
–¿Contiene casos concretos?
–No, me plantee incluir algunos. Pensé hacerlo con testimonios reales, coger a algunas mujeres, una de ella bien podría haber sido mi madre, y haberles hecho una entrevista y enfocarlo de esa manera. De hecho así escribí el del acoso escolar, hablando con los propios chavales, pero en este caso he preferido hacerlo dividiéndolo en dos bloques. En el primero hablo de lo que son los orígenes de la violencia de género basándome en varias religiones monoteístas y politeístas, analizándolas y descubriendo que todas tienen tintes machistas. El segundo bloque es, como dice tu compañero Manuel Marlaska, que así ha titulado el prólogo que ha hecho del libro, es una guía de campo contra el maltratador. Hablo de síntomas de alarma, de comportamiento de maltratadores...
–¿Y cuáles son esos síntomas de alarma a los que hay que estar atentos?
–Pues hay muchos, por ejemplo si te coge el móvil y te controla los mensajes, los whatsapp, las redes sociales; si te deja caer: no me gusta que te pongas esa minifalda... son pequeños detalles pero hay que darse cuenta que son los comportamientos de los maltratadores. Son más extensos pero por ahí se empieza.
–¿Existe ahora una violencia apoyada en la tecnología?
–Es que la violencia de género de hoy en lo que difiere de la antigua, porque ha habido siempre, desde el principio de los tiempos, es eso precisamente. El primer caso más conocido es el de Ana Orantes, pero muchas mujeres ya sufrieron esta violencia en los años 60. La diferencia con la de ahora es que hoy en día hay muchos más medios de apoyo; desde llamar al 016, denunciar, hay asociaciones, de todo... antiguamente, en la época de mi madre, no tenían ocasión siquiera de defenderse. Era más hiriente si cabe, se veían más indefensas, teniendo que verse sometidas a lo que les ordenaban sus maridos, o sus padres incluso. En caso de maltrato ahora hay más herramientas de las que hacer buen uso.
–¿Le ha resultado más duro escribir este libro que los otros dos por su propia experiencia?
–Mucho más, si te soy sincero he soltado alguna que otra lágrima al escribirlo. Concretamente, si te hablo del hinduismo se me saltaban los lagrimones porque cuando te pones a investigar te das cuenta que hay cientos de miles de feticidios, de bebes que cuando se sabe que van a nacer mujer los matan. Es lamentable.
–¿Su relación con Manu Marlaska cómo se inicia?
–Pues recordarás el tema del guardia del pijama, cuando salí en la portada del Diario de Cádiz, que para mí fue lo más grande, incluso más que me llamaran las cadenas nacionales o salir en la BBC, que llegó a emitir aquella detención que hice en pijama. Casualmente me entrevistó Manu Marlaska para su programa Expediente Marlaska y ahí nos conocimos. Hicimos una amistad entre comillas y le propuse que me prologara el libro sobre la violencia de género. Como es normal un periodista de su talla no puede decir voy a apadrinar a este hombre sin saber cómo va la cosa, así que me pidió el borrador, se lo mandé entero y le gustó muchísimo. Tituló su prólogo así, Guía de Campo contra los Maltratadores, y hasta me mandó un vídeo para que lo utilizara en mis presentaciones.
–¿Hay alguna edad más peligrosa para ser víctima de violencia de género?
–No tiene edad, como tampoco existe un perfil de un maltratador. Puede tener un poder adquisitivo grandísimo o puede ser pobre, puede ser muy culto o un analfabeto, no hay un perfil. Lo que sí te puedo decir es que no tiene el mismo conocimiento una menor, una chica joven, que una mujer ya adulta con 30 o 40 años. Si hay mujeres con 50 años que están siendo maltratadas y tienen una venda puesta que les impide ver la realidad pues imagínate una niña.
–¿El Plan Director continúa pese al covid?
–Ahora mismo se ha parado. Se propuso que se dieran charlas a través de internet, pero se están haciendo muy pocas. Yo les decía tanto a los directores como a mis jefes que a mí me resulta muy frío dar una charla, tanto de violencia de género o acoso escolar, a través de una pantalla. Siento que no transmito lo que quiero transmitir.
–¿La solución a la violencia de género es educar en igualdad?
–Fundamental. La solución está en la educación pero desde que son muy pequeños. Enseñar a tu hijo y a tu hija que tienen los mismos derechos y las mismas obligaciones. Si con 15 años una chica tiene que ayudar en casa, el chaval también. Eso es muy importante.
–¿Qué le molesta más de todo lo que rodea la violencia de género?
–Pues a mí particularmente me exaspera que haya personas, instituciones o estamentos que se den falsos golpes en el pecho, diría yo, en defensa del feminismo, que son grandes luchadores contra el machismo, y lo que he podido ver es que todo se queda en bonitas palabras. Yo he pasado a la acción de una forma muy humilde, aportando mi pequeño granito de arena, con una obra que no deja de ser una guía de campo contra los maltratadores, pero cuando llamas a tantas puertas pensando que todos son defensores de la igualdad y son muy pocas las que se te abren pues eso te duele.
–¿Confía que se puede disminuir esa macabra estadística de mujeres fallecidas cada año a manos de los hombres?
–Ojalá se pueda acabar con esta lacra, porque hay más víctimas de violencia de género que las que causó ETA en su historia. Es muy fuerte. Tenemos ayudas pero es que la mayoría llegan cuando ya ha pasado el caso. Hay que hacer ese enfoque antes de que llegue a pasar ese maltrato, para eso está dirigido el libro. Hay que prevenirlo.
Las muertes por violencia de género son más numerosas que las que provocó ETA en toda su historia criminal”
–¿Ha afectado la pandemia a la violencia de género?
–Por supuesto, estoy totalmente seguro. Date cuenta que una pareja en un día puede estar junta cinco horas, esas fricciones pueden aumentar cuando están 20 horas al día juntos. Eso resulta obvio.
–¿De qué irá su próximo libro?
–No lo tengo claro. Igual mezclo mi experiencia personal con la ficción.